Periplo. Pence, el sábado durante una visita al Taronga Park en Sídney.

Japon y EE. UU. juegan a la guerra

Japón y EE. UU. iniciaron ayer maniobras navales conjuntas en el océano Pacífico, anunció el Ministerio nipón de Defensa, en un contexto de creciente tensión regional por los programas balístico y nuclear de Corea del Norte.

Japón y EE. UU. iniciaron ayer maniobras navales conjuntas en el océano Pacífico, anunció el Ministerio nipón de Defensa, en un contexto de creciente tensión regional por los programas balístico y nuclear de Corea del Norte.

Los destructores nipones Ashigara y Samidare se unieron ayer a la flota del portaaviones de propulsión nuclear estadounidense Carl Vinson, cerca del archipiélago de Filipinas.

Los navíos estadounidenses y nipones permanecerán allí varios días realizando ejercicios conjuntos estratégicos antes de dirigirse a finales de semana hacia el norte para aproximarse a la península de Corea, señalaron fuentes del ministerio a la televisión estatal NHK.

Washington anunció hace dos semanas que había ordenado desplegar el portaaviones en la península de Corea, medida que se interpretó como una advertencia ante el desarrollo armamentístico de Pionyang, aunque la flota participó primero en unos ejercicios con Australia. El equívoco anuncio fue secundado hasta por el presidente Donald Trump, quien dijo que EE. UU. estaba “enviando una armada muy potente”.

Corea del Norte desarrolla un misil balístico intercontinental capaz de transportar una ojiva nuclear hasta el continente americano. Desde hace semanas se especula sobre un sexto ensayo nuclear inminente del régimen norcoreano.

El sábado el vicepresidente de EE. UU., Mike Pence, reafirmó durante una visita en Sídney la alianza de su país con Australia e instó a China a redoblar sus esfuerzos para presionar en favor del desarme nuclear de Corea del Norte.

“Si bien todas las opciones están bajo la mesa, Estados Unidos trabajará estrechamente con Australia, con nuestros aliados en la región y China para ejercer presión diplomática y económica sobre el régimen (de Pionyang)”, remarcó.