Unos por un lado y los otros por el otro. La división dentro del partido Izquierda Democrática es cada vez más evidente tanto así que una facción alejada del presidente nacional, Guillermo Herrera, sesionó en Portoviejo para escoger a Enrique Chávez como presidente encargado del partido tras una supuesta destitución de Herrera.

A través de un comunicado, el partido naranja informó que “disidentes del partido junto con dirigentes provinciales que intentan prorrogarse en sus cargos” se reunieron para tomar decisiones “ilegales e ilegítimas”. A decir de Herrera, quien firma dicho comunicado difundido en redes sociales, las decisiones adoptadas en dicha convención extraordinaria van en contra del estatuto interno, del Código de la Democracia y otras normas. “Por ello no serán reconocidas como válidas, pues nacen ilegítimas y, sobre todo, carecen de legalidad”.

Además, el partido tomará las decisiones internas en contra de quienes participaron en ese espacio. Sin descartar las acciones legales que “serán ejecutadas de inmediato”. El mismo comunicado recuerda que existen unas medidas cautelares vigentes que ordenaban la suspensión de la convención.

En dicha reunión estuvieron presentes los legisladores Johanna Moreira y Alejandro Jaramillo, ambos separados de las filas de la lista 12, quienes reconocen al presidente encargado.

El comunicado concluye asegurando que estos actos terminan “desenmascarando a dirigentes y militantes incoherentes que buscan desestabilizar al partido por intereses particulares y de fuerzas externas”.