Intervencion

Siempre me pregunté por que se le llamaba a la universidad ‘alma mater’, madre nutricia, formada por alma, ‘que nutre’, y mater, ‘madre’, y es porque metafóricamente una universidad es proveedora de alimento intelectual de los habitantes de una comunidad.

La historia de la Universidad de Guayaquil es complicada desde su fundación, se puede decir que tiene en su ADN el conflicto. Desde la independencia, los guayaquileños movieron cielo y tierra para mejorar la calidad de la educación. Para 1843 varios movimientos cívicos querían dejar de viajar a Quito para atender sus estudios superiores, así se instalaron en el antiguo edificio de Correos del Ecuador.

Pedro Carbo, como presidente del Senado, decretó el 15 de octubre de 1867 la creación de la Junta Universitaria del Guayas, la cual se instaló en diciembre de ese mismo año. Debido a conflictos políticos y facciones centralistas en el poder, la Junta Universitaria estuvo varias veces al borde de la desaparición permanente y siguió la inestabilidad hasta que Alfaro promulgó su ley definitiva.

Pero que tenga en su ADN el conflicto no es justificativo para la devastación moral en la que está hoy la Universidad de Guayaquil. Según los informes de Contraloría, la corrupción la carcomía por todos lados: contratos a dedo, exceso de profesores, incumplimientos, sin hablar de temas administrativos; en fin, un caos.

La llegada de la comisión interventora este mes de octubre, presidida por Roberto Passailaigue, debe ser aplaudida por todos, guayaquileños y ecuatorianos. Roberto llega decidido a cambiar la manera como se imparte conocimiento a nuestros jóvenes con un plazo de 90 días, con lo que más necesitamos en la lucha contra la corrupción: su prestigio, su conocimiento, su trayectoria, sus valores éticos y su amor a la educación.

Este es el mecanismo virtuoso que esperamos que el Gobierno implemente en todos los ámbitos donde se están destapando verdaderas cloacas.

Presidente, pida una comisión de las Naciones Unidas, nombre a los mejores elementos, intervenga, no pierda más tiempo.