La intelectual e innovadora Virginia Saman
Con tan solo un clic, a diario, sea desde su computadora o celular, las puertas del mundo se abren para esta apasionada de la tecnología.
Con tan solo un clic, a diario, sea desde su computadora o celular, las puertas del mundo se abren para esta apasionada de la tecnología. Virginia Saman, de 39 años, más conocida como Virgix Help, es una visionaria informática que desde temprana edad creó una conexión con esta especialidad y ahora se ha convertido en una de las mujeres más reconocidas en el medio del marketing digital y las redes sociales.
Sus inicios
Desde su adolescencia en la década de los 90, con el ‘boom’ de Internet, ella tuvo su futuro claro: estudiar una carrera alineada a esta área. Al terminar el colegio, fascinada por este universo aún en exploración en ese entonces, decidió estudiar Ingeniería en Informática y Gestión en la Universidad Santa María. Luego, hizo una maestría en París sobre Estrategia y Organizaciones, además de un posgrado en España sobre Marketing Digital y Comercio Electrónico.
Con todo este bagaje regresó al país y durante tres años se desempeñó como docente y directora de la carrera de Informática en la universidad donde se había graduado. “Parte de mis funciones era predicar que las personas entren a la especialidad, pero aún existía el mito de que era solo para quienes estaban relegados en un laboratorio frío”, recuerda. Posterior a eso fue parte del área de Internet de un medio de comunicación ecuatoriano, como líder de la creación de sitios transaccionales. Pero debido al nacimiento de su segunda hija, renunció al ámbito corporativo para trabajar independientemente y así dedicarle más tiempo a la familia.
Entretanto, siguió capacitándose a través de libros y cursos online e involucrándose en varios proyectos webs. Hace cuatro años, gracias a una reunión con emprendedores de diversas áreas, se dio cuenta de que todos tenían dudas sobre el correcto uso de las redes sociales.
Con el apoyo de su familia decide crear su propio emprendimiento educativo, en el que dicta hasta la actualidad cursos y talleres para amantes de las redes sociales, que han descubierto que en el siglo XXI todas las industrias necesitan de los medios digitales para avanzar. “Esta es la venganza de los ‘nerds’, porque todos los que vieron la tecnología como algo lejano se dan cuenta de que ya no es más el futuro, es el presente y por eso tenemos que aprender a utilizarlo”, dice con una amplia sonrisa.
Acercamiento con la comunidad
Si de solucionar problemas relacionados a las redes sociales se trata, ella es una de las primeras personas a la que acuden sus más de 10 mil seguidores en Instagram. “Siento que soy la central de ayuda en Guayaquil, pero me encanta esta conexión porque así entre todos nos ayudamos y seguimos aprendiendo”, reflexiona.
Esta profesión también la ha llevado a incursionar como expositora en ponencias y a estar dentro de varias redes y eventos, como Startup Grind, Capacítate, Social Media Day, Encuentro Digital, Digital Fighters, Guayaquil Emprende, Go Social, la Cámara de Comercio de Guayaquil y Girls In Tech, enfocado en impulsar a las mujeres en la educación digital donde aún son el grupo minoritario. “En esta industria la mayoría son hombres, pero con las iniciativas sociales cada vez logramos tener mayor participación”.
¿Cuáles son los planes a futuro de esta ‘tecno woman’? Dar cursos en otras ciudades del país (ha ido a Machala y Manta), especializarse como conferencista para aprender la forma correcta de narración hacia grandes audiencias y expandirse mundialmente como docente. Virginia, mamá de tres hijos, emprendedora intelectual y amante del aprendizaje continuo, no le teme a los retos. Sabe que en el mundo digital siempre se podrá mejorar.
Tips para emprendedores
En la web, cada detalle es crucial para lograr que un negocio sea exitoso. La experta da varios consejos:
-No se enfoque en las estadísticas de la vanidad. El número de seguidores o ‘likes’ no determina el éxito de la empresa, sino los prospectos de consumidores y ventas.
-Deje de pensar en las fotos de catálogo. Inspírese en las de revistas. Lo importante no es destacar el producto, sino cómo se puede servir a la audiencia.
-Tenga siempre la mentalidad abierta para que todo cambie mañana. Sin miedo a aprender, desaprender y experimentar.