Rubén Dario Insúa y los jugadores del Deportivo Quito luego de obtener cupo al repechaje de Libertadores en diciembre de 2013.

Insua y sus dos camisetas que no son cabalas

La color ladrillo tiene 22 años y la amarilla lleva 20. Las usa para entrenar y la otra para dirigir.

Rubén Darío Insúa lo volvió a hacer. En 1997 debutaba como entrenador en Barcelona el hombre que había sido ídolo con los amarillos y que ahora estaba sentado en el banco canario. Con el pasar de los días su vestimenta se hizo notoria: jean, zapatos de suela y una camisa color ladrillo inconfundible con un bolsillo del lado izquierdo. Salió en un partido con esa prenda, luego en un segundo cotejo y así sucesivamente, hasta que se hizo histórica.

Ese año fue campeón con Barcelona y muchos ‘culpaban’ a esa vestimenta. Insúa siempre le ha dicho a EXTRA que no son cábalas, solo usa camisetas en tono ladrillo porque le gustan. Sean cábalas o no, la razón es que ese colorcito lo ha llevado a ganar varios títulos.

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En 2009 llega a Deportivo Quito, los entrenamientos eran con gorro en la cabeza por el frío, pero en la mayoría de los partidos también usó la misma prenda. Transcurrieron 11 años y la moda no pasaba en el argentino. Luego llegó a Barcelona, donde hubo varios encuentros en los que usaba una camiseta negra con un pantalón rojo y no pasaba nada con esa vestimenta.

Verlo con la camiseta ladrillo se hizo una costumbre. Cuando se le pregunta si ese era el secreto, Insúa sonríe y expresa que el secreto es trabajar todos los días, entrenar con mucha pasión y cuidarse tanto dentro como fuera de la cancha.

Y LA SUDAMERICANA

Insúa hizo su moda internacional en el año 2002, cuando llegó a San Lorenzo de Almagro, en Argentina, y ganó la Copa Sudamericana, ¿y saben qué camiseta llevaba puesta cuando levantó el trofeo? La de color ladrillo. Su moda la veía todo el mundo. Rubén siempre dice que la mejor cábala está en entrenar.

EN LA SERIE B

“No es una cábala, es un color que me gusta, nada más” le contó a EXTRA un día cuando volvimos a preguntarle sobre el color de su ropa. Este año llegó a Liga Deportiva Universitaria de Portoviejo y se dio lo que todos pensaban: Insúa tenía que vestir de color ladrillo.

En el empate ante Independiente Junior en Sangolquí volvió a vestir aquella prenda, pero la fuerte lluvia hizo que se ponga un poncho plástico por encima y también una camiseta de otro color, pero la que sabemos iba por dentro. Han pasado 22 años, desde cuando se puso aquel color, ahora con los manabitas consiguió la primera meta, subir a la serie A, y ante Orense de Machala buscará ser campeón de la serie B del 2019.

En los próximos días se sabrá si el color ladrillo funciona o no en la serie B, o solo está destinado para la serie A y Copa Sudamericana.

QUERIDO CON SUS PRENDAS

Año 2018, compartimos camerino del estadio Chucho Benítez, de Guayaquil, en el partido de los amigos de Álex Aguinaga frente a los de Iván Zamorano. Rubén Darío vestía una camiseta de algodón amarilla con el escudo de Barcelona, no tenía publicidad de nada y ya pedía cambio, unos huequitos evidenciaban el tiempo que la tenía. Y resulta que la camiseta tenía más tiempo que la famosa color ladrillo.

“Esta la tengo más de 20 años, me gusta para salir a correr o entrenar. Me siento cómodo” fue lo que dijo el entrenador ahora que celebra con Liga de Portoviejo la llegada a la serie A. Mientras seguimos hablando y escribiendo de sus camisetas, el Poeta planifica lo que es su primera final en la serie B. Insúa es una de las pocas personas que ha sido campeón con Barcelona como jugador y entrenador.