Proceso. Simpatizantes de CREO, Adelante Ecuatoriano Adelante y Fuerza EC intentan entrar al auditorio de la Delegación Electoral del Guayas en el penúltimo día para presentar candidatos.

Las inscripciones aceleran su ritmo ante el fin del plazo

La Delegación Electoral del Guayas se abarrota de postulaciones. Empujones y conatos de incidentes. Hoy es el último día para presentar candidaturas.

De todos los colores. Cada uno ondea el estandarte de su casa y grita el nombre de sus representantes hasta enrojecer las cuerdas vocales. Los blancos, los azules, los verdes, los rojos. Todos caminan erguidos para los flashes que los sorprenden al entrar al auditorio de la Delegación Electoral del Guayas, el salón de la Democracia.

Los pitos, los gritos y las vuvuzelas acompañan el ingreso de los candidatos y de decenas de simpatizantes que se atropellan entre ellos para alcanzar un espacio en el lugar. El ruido ensordecedor inunda el sitio por unos minutos hasta que el presidente de la Junta Electoral del Guayas, Gustavo Loor, aparece para intentar apaciguarlos.

Pide calma y orden. Cuando logra escuchar su propia voz sin ayuda del micrófono da la orden al secretario de la Junta que inicie la ceremonia de inscripción de candidatos. El mismo guion se repite una y otra vez con diferentes colores, rostros y cánticos.

El penúltimo día de inscripción de postulantes dio inicio en Guayas con el movimiento CREO. En una tribuna pintada de blanco y azul desencajaban algunas banderas amarillas y rojas. Lo que parecía un cruce en el horario asignado entre una y otra organización, luego fue descartado al confirmarse una alianza entre el grupo de Guillermo Lasso y el partido Fuerza EC (FE), de Dalo Bucaram, en el cantón Durán. Alfredo Arboleda, de las filas de FE, será el aspirante a la Alcaldía.

Superada la duda, la atención regresó a los aspirantes lassistas, Francisco Jiménez, por la Alcaldía de Guayaquil; Poly Ugarte, para la Prefectura del Guayas; y Diego Arosemena, para la Viceprefectura. Todos cobijados por la presencia del excandidato presidencial, quien también llevó algunos gritos: “Lasso, presidente... Lasso, presidente”.

Propuestas por un lado y críticas por el otro. Cuestionamientos a la reciente decisión de eliminar el subsidio a la gasolina Extra y Ecopaís se mezclaron con la creación de zonas francas en la provincia, rever el valor de las multas de tránsito en Guayaquil y también para una advertencia. “Si el 24 de marzo a alguno se le ocurre hacer fraude estaremos en las calles”, dijo Lasso.

Unos salen y otros entran. Le tocó el turno al movimiento Juntos Podemos con Cecilia Calderón para la Prefectura junto a Andrés Freire como aspirante a viceprefecto. La exdiputada habló de asumir algunas competencias y de convocar a una asamblea provincial para exigir que se llame a una comisión internacional para combatir la corrupción. También respondió a quienes la cuestionan por regresar a la política. “Dicen que Cecilia es una momia resucitada. Yo les digo, como dicen en el campo, gallina vieja da buen caldo”.

Las banderas blancas salen y entran las siguientes. Una marea verde flex golpea la pequeña puerta que divide la tribuna con el área principal del auditorio. Tres funcionarios de la Delegación y una guardia de seguridad intentan contener a la multitud y filtrar el ingreso solo de periodistas y candidatos a dicho espacio. Los gritos de efervescencia electoral se confunden con los de reclamos que pasan a los empujones. Ni el llamado insistente de Loor logra calmar a los simpatizantes verdes. Tanta era la euforia que el presidente de la Junta advirtió con desalojar el recinto con ayuda de la policía y quedarse solo con los candidatos y los medios de comunicación. Eso no fue necesario.

Bolívar Rosero, aspirante a la Alcaldía de Guayaquil, habló de crear 1.500 locales comerciales, 30.000 fuentes de ingresos, 3.000 espacios de parqueos en el centro de la ciudad. Además, prometió derogar la ordenanza que fijó las multas de tránsito y devolver los valores cobrados en exceso.

Mientras los candidatos magullaban sus cuerdas vocales en el auditorio, en el exterior, en un espacio enrejado, decenas de dedos contaban hoja tras hoja. Es ahí donde define si una candidatura reúne o no los requisitos de ley.

Ya no es necesario ondear las banderas, ni gritar el nombre del candidato, solo observar que no haga falta nada e irse con la certeza de que todo está en regla.