Los datos de la inflación de marzo no son halagadores para el empresariado ecuatoriano. Dos de los tres meses de 2019 en que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) ha medido el indicador, revelan una caída de precios importante.

Eso no significa otra cosa que una reducción del consumo de los ecuatorianos, como ha venido ocurriendo en los últimos dos años. Desde marzo de 2018 hasta marzo pasado la deflación se presentó en siete meses, tanto en la mensual como la anual.

La arveja y la naranja son los bienes de la canasta que más cayeron (más dos puntos) junto con el queso de mesa, que cayó en menor proporción. Los alimentos y bebidas es el rubro de medición que más influyó en el comportamiento de los precios, seguido por el transporte, donde tuvo peso la caída de la gasolina de alto octanaje.

El sector empresarial y analistas ven dos consecuencias, menos utilidades y mayor pérdida de valor de las compañías, que no pueden ajustar sus valores en un país en donde la falta de liquidez del Gobierno central influye en el gasto de las familias. La inflación anual también cerró a la baja: -0,12 %.

En marzo, indica el INEC en su reporte, el costo de la Canasta Familiar Básica se ubicó en 713,05 dólares y el ingreso familiar mensual de un hogar promedio fue de $ 735,47.