Ceremonia. Monseñor Luis Cabrera bendice con incienso la capilla de la Adoración Perpetua del Santísimo.

Iglesia Santa Teresita abre una nueva capilla

Los feligreses de la parroquia Santa Teresita de Samborondón cuentan desde ayer con una capilla para la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento, bajo la advocación del padre Pío.

Los feligreses de la parroquia Santa Teresita de Samborondón cuentan desde ayer con una capilla para la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento, bajo la advocación del padre Pío.

Este templo, ubicado junto a la iglesia del mismo nombre, fue inaugurado y bendecido por el arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, ante la presencia de cientos de fieles, que han trabajado desde hace más de dos meses para contar con un lugar donde estar a solas con el Señor.

Monseñor ofició primeramente una misa en la iglesia, luego acudió a la capilla para bendecirla con agua e incienso.

El nuevo templo tiene una capacidad para aproximadamente 60 personas sentadas, cada una con su reclinatorio.

Además, cuenta con un altar, un baldoquino (una especie de templete formado por cuatro columnas que sostienen una cúpula, destinado a cobijar el altar cuando tiene posición aislada) y el Santísimo expuesto con una luz roja del Sagrario.

El padre Alfonso Avilés, párroco de la iglesia Santa Teresita, indicó que esta obra es una ilusión de los feligreses desde hace seis años, cuando se inició la Adoración durante el día.

“Siempre quisimos tener la Adoración Perpetua para constantemente estar con el Señor Jesucristo”, dijo el sacerdote, al indicar que ahora esto se ha hecho realidad gracias al trabajo de muchas personas.

Maricela Solines, quien acude constantemente a la iglesia, manifestó estar satisfecha con este lugar acogedor y propicio para entablar un contacto cercano con Dios.

Para Isabel Delgado, esta capilla le permitirá encontrarse con Jesús los 365 días del año. “En estos momentos difíciles es importante estar cerca del Creador junto con las familias en un momento de oración”.

Iván Jarrín dijo que esto era un sueño esperado. “Tener la gracia de Jesús Sacramentado en forma perpetua es un regalo grande de Dios”.

La Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento es la devoción a través de la cual los miembros de una parroquia, capilla, casa de oración o entidad religiosa similar se unen y rotan para estar en la presencia de Jesús Sacramentado, expuesto visiblemente en una custodia, durante las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, es decir, de manera continua.