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La ideologia tiene poco espacio en las urnas

El mapa electoral volvió a cambiar. Los resultados de los comicios seccionales del domingo, al menos hasta el cierre de esta edición, dan otro giro en la pugna de las fuerzas políticas a escala provincial y cantonal.

Referencial. El mapa electoral volvió a cambiar. Los resultados de los comicios seccionales del domingo, al menos hasta el cierre de esta edición, dan otro giro en la pugna de las fuerzas políticas a escala provincial y cantonal.

El mapa electoral volvió a cambiar. Los resultados de los comicios seccionales del domingo, al menos hasta el cierre de esta edición, dan otro giro en la pugna de las fuerzas políticas a escala provincial y cantonal. La nueva distribución, sin embargo, parece omitir ideologías y hechos comprobados de corrupción e irregularidades.

El correísmo es un ejemplo. Pese a las denuncias y anomalías en las obras del Gobierno anterior, el movimiento Fuerza Compromiso Social (que ahora está en control de Rafael Correa) obtuvo prefecturas, alcaldías, concejalías y, potencialmente, vocalías en las juntas parroquiales.

Manabí es uno de los nichos más alarmantes. El año pasado, la Contraloría General del Estado determinó que el régimen anterior manejó de forma irregular los recursos para la reconstrucción tras el terremoto de abril de 2016. Incluso, tal como publicó EXPRESO, se evidenció que la Vicepresidencia de Jorge Glas permitió que bienes y materiales para los damnificados se deterioren y pudran en bodegas.

Los votantes omitieron ese hecho y eligieron a Leonardo Orlando, exdirector del Servicio de Rentas Internas del correísmo, como prefecto de Manabí.

Algo similar pasó en Pichincha. Con un importante número de actas escrutadas, Paola Pabón, también de Fuerza Compromiso Social, alcanzó la Prefectura de Pichincha. Eso, pese a que la construcción de megaobras en la provincia tiene señalamientos por sobreprecios y materiales inadecuados.

Quito estuvo cerca de repetir la historia. Aunque Luisa Maldonado no llegó a la alcaldía, si alcanzó el segundo lugar.

Con esto concuerda el analista político Alex Cedeño, quien establece que la ideología ya no es un factor para el votante. “Considero que la hegemonía estructural de los partidos políticos se ha desmoronado, al punto de que, actualmente, dentro del contexto político la identificación partidista pasó a segundo plano, viéndose superada ampliamente por el liderazgo”, explicó.

Esta tendencia ambigua se perpetúa en las prefecturas, en las que la mayor cantidad de curules han girado hacia extremos opuestos: ocho de ellas con el centroderechista Partido Social Cristiano (Guayas, Santa Elena, Esmeraldas, Pastaza, Los Ríos, Imbabura, Cañar y Bolívar), y cinco con el izquierdista Pachakutik (Napo, Morona Santiago, Cotopaxi, Tungurahua y Azuay).

En estas dos últimas provincias, los triunfos de Manuel Caizabanda y Yaku Pérez superaron con creces a sus contrincantes más opcionados, María Fernanda Naranjo y Esteban Bernal. Las alcaldías de las capitales también asombraron con el novel Pablo Palacios derrotando a Jefferson Pérez y al exalcalde Marcelo Cabrera; mientras que en Ambato, Javier Altamirano le ganó al exasambleísta Luis Fernando Torres.

“Azuay y Tungurahua son dos claros ejemplos de que el elector ya no vota con base en las ideologías”, señaló el politólogo cuencano Hernán Ricaurte. “Los votantes han elegido propuestas que se alejan de ‘lo conocido’ y han optado por candidatos con planes de trabajo novedosos y con un pasado político breve”.

¿Pero pueden las seccionales determinar el futuro de estos partidos en 2021? Cedeño no lo descarta. “La centroderecha, por ejemplo, verá capitalizada su oportunidad a través de Jaime Nebot, escenario previsible tras el desgaste que suponen diez años de ideología de izquierda”, remarcó. Añadió que esta es la tendencia en el resto del continente.

El tablero también marca una disminución en las fuerzas del movimiento oficialista Alianza PAIS, que ya había perdido dignidades cruciales en las últimas seccionales, y del opositor CREO, cuyos resultados son menores a lo esperado. Las prefecturas, por ejemplo, dan solo un curul a cada partido, en El Oro y Loja. Al respecto, el presidente Lenín Moreno y el empresario Guillermo Lasso han guardado silencio.

Antecedentes

En 2014, el movimiento PAIS y el partido Avanza fueron los que más dignidades obtuvieron. Sus líderes terminaron acusados de corrupción.

Alianzas

La estrategia de formar alianzas con movimientos locales funcionó para las organizaciones nacionales en 2014 y tuvo resultados positivos en las votaciones del domingo.

Alcaldías

El principal foco de pérdidas para PAIS fue Guayas, donde en las seccionales anteriores sumaron 14 alcaldías. Esta vez cuentan con solo una, versus 15 del PSC. CREO obtuvo 3.

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