Una flecha lanzada por los tártaros se clavó en el cuello de la Virgen. Esta es una de sus marcas características.

El icono de la Virgen de Czestochowa recorre la ciudad

Esta peregrinación tiene como objetivo defender la vida, el matrimonio y la familia. Hoy, a las 17:00, llega a la iglesia Santísima Virgen Salud de los Enfermos.

De la Virgen de Czestochowa era muy devoto san Juan Pablo II, además se convirtió en un símbolo de la independencia de Polonia y la lucha contra el comunismo; se la considera milagrosa y es muy venerada en el santuario de Jasna Gora, en Czestochowa (al sur de Polonia).

Una réplica de este ícono por primera vez visita la ciudad como parte de una iniciativa denominada ‘De océano a océano’ y cuyo fin es defender la vida y la familia. Ha recorrido Asia y Europa (24 países y más de 65.000 kilómetros), también Estados Unidos y América del Sur.

“Su peregrinaje comenzó en 2012 en el puerto de Vladivostok, en Rusia, frente al océano Pacífico. La primera etapa terminó en Nazaré, Portugal, donde se consideró que debía cruzar el Atlántico”, explica Verónica Vernaza, coordinadora de su viaje a Ecuador.

En 2013 se trasladó a la isla San Clemente, California, en Estados Unidos. En esta nación se quedó un poco más de un año. En esta segunda etapa, estuvo en 46 estados estadounidenses, 3 provincias de Canadá y recorrió 50.000 kilómetros. Al año siguiente llegó a Latinoamérica, donde permaneció dos años en México.

La primera vez que vino a Ecuador fue en marzo de 2017. En esa oportunidad estuvo en Santo Domingo y Quito. En noviembre de 2018 viajó a Panamá, donde se desarrolló la Jornada Mundial de la Juventud este año y en agosto pasado regresó al país. En esta ocasión estará en Guayaquil.

El padre Mario Oliva y la feligresía de la iglesia Santísima Virgen Salud de los Enfermos reciben a la patrona de Polonia o la Madonna Negra (como también se la conoce) desde hoy hasta el domingo 15 en la parroquia ubicada en Francisco de Marcos y Leonidas Plaza.

“Con mucha alegría y esperanza le damos la bienvenida al ícono de la Madre de Dios, no solo por lo que nos trae, sino también por aquello a lo que nos invita. Conociendo la difícil situación que atravesamos desde lo moral y jurídico en la defensa del matrimonio, la vida y la familia, la presencia de Nuestra Señora nos invita a pedirle intensamente que interceda ante su Hijo por estas intenciones. Esperamos que muchos fieles se acerquen y nos acompañen en esta lucha Pro-Vida, uniéndose a lo que ya desde años se ha encomendado a esta imagen en diferentes lugares”, expresó el sacerdote.

En esta parroquia se han organizado diferentes actividades. Hoy llega a las 17:00 y luego la coordinadora de la visita, Verónica Vernaza, ofrece una charla sobre las razones de su arribo al país e “invitaremos a pedir por los no nacidos y por el restablecimiento de los valores familiares”. A las 19:00 se celebra la santa misa.

Mañana, a las 09:30 y 19:00, también se oficiará la eucaristía. A las 10:00 habrá una meditación dirigida y a las 15:00, un acto penitencial. El domingo, a las 08:00 está prevista la despedida.

Hasta diciembre en Portoviejo

Del 15 al 20 de este mes el ícono peregrino permanecerá en la parroquia San Alberto Magno, en San Juan de la Cruz (20-21), en San Alejo (21-25), en Nuestra Señora de Lourdes (25-27) y volverá a María Reina (27-28) de Puerto Azul. Ahí inició el recorrido.

“Luego está programado que se traslade a Portoviejo, donde se quedará hasta diciembre. A partir de esa fecha será llevado a Quito, donde le harán un retoque”, añade Vernaza. Previamente estuvo en el Centro de Estudios Espíritu Santo, Nuestra Señora de Czestochowa, la capilla del Divino Niño, Siervas del Hogar de la Madre, la Catedral Metropolitana, San Pedro Apóstol, San Josemaría Escrivá, María Madre de la Iglesia y Nuestra Señora de la Alborada.

Pintado por san lucas

Según la tradición este ícono fue pintado por el evangelista san Lucas sobre el tablero de una mesa de ciprés que habría pertenecido a la Sagrada Familia. Representa el busto de una Virgen negra con el niño Jesús en brazos.

De Jerusalén viajó hasta Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino.

Permaneció en Constantinopla por más de cinco siglos hasta que en el siglo XIV, llegó a manos del príncipe Ladislao de Opole que lo llevó a su castillo de Belz, en lo que actualmente es Ucrania. Ladislao de Opole en Czestochowa lo depositó en una iglesia de los padres Paulinos, en un lugar llamado Jasna Gora (Monte claro). Se quedó bajó la custodia de ellos.