Historias y relatos del pasado-presente

La historia se hace, reproduce, relata y escribe en plural. No hay una sola narrativa pues los hechos-procesos tienen diversas interpretaciones porque las sociedades, cognición y comprensión se hace-teje de la diversidad humana. Solo dogmáticos y fundamentalistas creen portar el macro y microrrelato “único y verdadero”.

Esto hay en esas singulares comprensiones que sobre el encuentro sociocultural, ideológico y político se dio en 1492. Del proceso colonizador salen versiones-relatos diversos: de los conquistadores-redentores (Las Casas), de los cronistas “imparciales” protoindígenas (Garcilazo Inca), de los blancos, mestizos, poscolonia: historiadores, sociólogos, antropólogos, nacionales y extranjeros. También del imaginado Montalvo, Icaza, Gallegos Lara, la FEI, monseñor Proaño, las fundaciones y de la Conaie.

Cada uno interpreta a “su manera”. Hoy se da un relato histórico-historiográfico mesiánico y caudillista de nuevos señores y caciques étnicos. Es provocadoramente ideológico-político, con elementos de racionalidad occidental y mucho de mítico-mágico y nostalgia del supuesto igualitarismo de comunismo primitivo que fue “destruido” por los blancos mestizos (de ahí su resentimiento y odio étnico). Creen que ese pasado ancestral imaginado “debe” revivírselo. Lo dicen así, no obstante que todas las investigaciones arqueológicas, etnohistóricas y antropológicas demuestran la existencia de tribus y señoríos de opresión, explotación del trabajo, de imposición de tributos a la comunidad y de un régimen autoritario para beneficio de caciques y jefes de tribus.

Se busca imponer esta narrativa a la fuerza. Quieren que los blancos-mestizos de hoy “paguen” lo que les hicieron los españoles en el pasado. Pretenden un Estado que les devuelva lo que les quitaron de ese paraíso imaginado. La destrucción del centro histórico de Quito es parte de esa revancha.

Ahora estamos ante una reinterpretación mesiánica de ese pasado. Se busca reinventar el despotismo-autoritarismo incaico en la voz, ideas y creencias de nuevos caciques sostenidos con dinero y financiamiento del Occidente capitalista que los colonizó. Comprender la diversidad de relatos, así como lo mítico-mágico de ellos es hoy tarea urgente.