Historia del AHG: 1970-1988

El Archivo Histórico del Guayas (AHG) debería ser ícono de la ciudad, lamentablemente no lo es. Tiene el repositorio de nuestra historia, más de 15.000 documentos desde el siglo XVI y 5.700 medios visuales originales; hay una importante biblioteca y más de 4.500 fotografías antiguas.

Esta institución, continuidad de otra nacida en los treinta del siglo pasado, históricamente ha tenido largos períodos de inactividad y olvido de los gobiernos centrales. Hoy está en uno de ellos; el escaso personal hace lo que puede para evitar el colapso. En el anterior gobierno, instituciones estatales financiaron la publicación de numerosos libros en Quito. El Ministerio de Cultura se olvidó del AHG.

Los problemas comenzaron cuando Julio Estrada Ycaza renunció en 1988 por el centralismo de la matriz del departamento cultural del Banco Central. Había marcada preferencia hacia publicaciones de historiadores de la capital. Los casi dos decenios que estuvo en el cargo, sirvieron para que dejara extensa bibliografía de la historia de Guayaquil: más de 25 libros de su autoría y otros investigadores; hay más de 200 artículos publicados en la revista del AHG editada semestralmente.

Estrada tuvo fluido intercambio con instituciones de investigaciones históricas de otros países y a Guayaquil llegaron historiadores de Estados Unidos y Europa para trabajar en el AHG; dejaron escritos libros y artículos. Al fallecer quedó inconclusa la Guía de Guayaquil. Su hija Cecilia Estrada de Ycaza y Antonieta Palacios la están terminando, van por el cuarto volumen.

Entre 1988 y 1996, el AHG fue administrado por empleados del Banco Central, voluntariosos, pero sin experiencia ni presupuesto. Fueron años desperdiciados, muchos investigadores ecuatorianos y extranjeros perdieron la oportunidad de investigar. En esa etapa la edición de libros cayó considerablemente y los pocos publicados tomaron tiempo en salir a la luz. Un ejemplo fue la dilación en publicar la biografía del general José María Urvina, expresidente de Ecuador, escrita por Camilo Destruge.

La próxima semana comentaré el período 1988 a 1996.