Visita. Pere Mir i Puig (el segundo desde la derecha). A su lado, su prima en Guayaquil, Nuria Puig Mir.

Una herencia europea inquieta en Guayaquil

No hay una referencia exacta de cuál es el total de la fortuna que amasó el químico español Pere Mir i Puig.

No hay una referencia exacta de cuál es el total de la fortuna que amasó el químico español Pere Mir i Puig. Sin embargo, solo en donaciones (entre becas y financiación directa de investigaciones) se sabe que entregó entre 2004 y 2016 más de 120 millones de euros.

El ‘primo Pere’, como lo llama la guayaquileña Nuria Puig Mir Game, su pariente en segundo grado, murió al final de un largo día el 10 de marzo pasado en Barcelona (España). Le dejó el recuerdo de una cena muy íntima en su casa.

“Fue hace un año que estuvimos de visita por allá. Nos invitó a ir y nos trató muy bien”, dice Nuria, quien es una de las nietas de Jaime Puig Mir, el español que arribó por primera vez a Guayaquil en 1876.

Cuatro años después se le unió el último de sus hermanos, Miguel, quien luego de 10 años dejó Guayaquil y decidió volverse a Barcelona, donde se casó y tuvo dos hijas. Una de ellas, Teresa Puig, se casó con Pedro Mir Farreras, con quien tuvo como hijo único al químico que gracias a sus inventos (tiene más de veinte patentes) dejó una gran fortuna a la hora de su muerte, la cual ocurrió cuando andaba ya por los 97 años.

Le sobrevive su esposa Nuria Pamias Gibert. Se sabe que en la distribución de ese legado, una gran parte se destinará para seguir sustentando a las oenegés que este empresario y filántropo creó, mientras que otro tanto se considera que será para sus sobrinos. No tuvo hijos.

Sobre esto, la mayoría de ellos están repartidos en esta parte del planeta, entre Chile y Ecuador. El resto, en España.

En el caso de Guayaquil, según la reseña hecha por el historiador Rodolfo Pérez Pimentel, uno de sus primos políticos en segundo grado, están los Rouillón Puig Mir, los Cornejo Puig Mir, Pérez Puig Mir, Puig Mir Romero y Puig Mir Game. Cerca de 200.

Mientras que en el sur del continente están los Fuenzalida Puig Mir. En la Ciudad Condal, los Sagnier i Puig Mir, los Pascual i Puig Mir y los Villavechia i Puig Mir.

A lo largo de su vida, Pere Mir logró sustentar su camino. Su nombre no solo repercutió en el mundo económico, sino en el de la ciencia. En su momento alguien lo catalogó como “es el más ilustre patrón de las ciencias de España”.