El heredero de un oficio del barro

El heredero de un oficio del barro

En uno de sus barrios tiene su taller Fernando Vargas León, quien heredó la habilidad para la alfarería de su padre José Vargas Franco. Es parte de una familia de nueve hermanos (cinco hombres y cuatro mujeres).

Samborondón es un cantón tradicionalmente vinculado a la alfarería. Muchas familias antiguamente vivían de esta actividad.

En uno de sus barrios tiene su taller Fernando Vargas León, quien heredó la habilidad para la alfarería de su padre José Vargas Franco. Es parte de una familia de nueve hermanos (cinco hombres y cuatro mujeres).

De esta extensa familia, cuatro hermanos se dedican a la alfarería. Ellos son Fernando y otro que reside en su mismo cantón; de los demás, uno vive en Yaguachi y otro emigró a Venezuela, a un sitio cercano a la capital, Caracas, en la comunidad Mamporal, un sector de afroecuatorianos donde formó su familia. En este lugar conserva la línea de trabajo que aprendió de su progenitor.

Su padre laboró hasta los 95 años con el barro. Tenía el taller en las calles 24 de Mayo y Rocafuerte.

Su producto no es muy apreciado en su cantón, por lo que tiene que recorrer pueblos relativamente cercanos, como Baba, Salitre, Pueblo Viejo, Palenque y especialmente Vinces, que según él es la base.

Utiliza la vereda de la estación de los carros que van a Palenque, en las calles 10 de Agosto y Ricaurte, donde es visitado por personas de varios puntos del país y por representantes de comunidades montuvias, que son sus principales clientes.

Vargas comenta que antes salía a recorrer en canoa los recintos a los que se accede por vía fluvial. Ahora cuando lo hace usa transportes interprovinciales.

En su horno de barro cuece las artesanías una vez a la semana. Procesa lo necesario para poder trabajar todos los días. En la actualidad ha logrado acumular alrededor de 300 variedades de piezas.

Los clientes que llegan a Vinces, donde pasa la mayor parte del tiempo, son en su gran parte turistas que provienen de Guayaquil, pues los moradores del mismo cantón discriminan sus productos por considerarlos antiguos o pasados de moda. (F)