El asambleísta socialcristiano, Henry Kronfle, ha elaborado una fórmula que engorda los ingresos sin aumentar los impuestos.

Henry Kronfle: “Como no se ahorro, la ideologia pierde peso. Toca ser pragmatico”

La fórmula del asambleísta (PSC) propone una serie de recortes y una participación del sector privado al 80 % en el gasto de infraestructura para equilibrar las cuentas.

- Subir o no los impuestos apunta a ser el debate del año entre el sector privado y el público. ¿Cómo no subirlos si hacen falta más ingresos?

- Empecemos por los conceptos para después aterrizar en las soluciones. ¿Es posible generar confianza, reducir impuestos, multiplicar la obra social, recortar el déficit fiscal, hacer crecer la economía, blindar la dolarización y generar empleo? Sí. Y eso va a dejar contento a todo el mundo: al sector público y al privado. Porque el déficit fiscal es el mayor problema que tiene la economía en este momento.

- Parece que tuviera una fórmula mágica hasta ahora desconocida...

- Voy a ir punto por punto (Los montos están en el gráfico). Primero, regresemos al Anticipo al Impuesto a la Renta de 2006. No hay que quitarlo, sino volver a esa fórmula donde si usted tenía renta, pagaba; sino tenía renta, no pagaba. Segundo, hay que fomentar las inversiones en el país y no se trata de devaluar el dólar a nivel interno. Para eso, he propuesto reducir el Impuesto a la Salida de Divisas del 1 % anual. Tercero, ya no hay salvaguardias y le hemos dicho al Gobierno que no ponga otro tipo de medidas arancelarias ni siquiera temporales.

- ¿Pero la balanza comercial va a volver a ser negativa si aumentan las importaciones y el petróleo sigue sin inflarse?

- Con la restricción del comercio a través de las importaciones, haces que la gente pierda el poder adquisitivo. Si en una percha tienes 10 productos que compiten entre sí, el precio baja y la gente, con el mismo sueldo, gana poder adquisitivo. Y eso dinamiza la economía.

- Volvamos a la receta.

- También he propuesto la eliminación de otros impuestos, como a las tierras rurales, a las botellas plásticas, al RISE. Hay una cantidad de impuestos que suman solo 200 millones de dólares. Es mejor depurarlos por la poca recaudación y el alto trámite que conllevan. Todo esto, con la bajada del 2 % del IVA, el Estado digamos que pierde $ 2.120 millones.

- Y ahora, imagino, está el lado de lo que suma...

- ¿Cómo los recupera? Aquí viene el cambio de modelo. Hay una parte del gasto total (9.600 millones de dólares) de infraestructura y de capital del Estado que no se pueden tocar. Son 3.700 millones de dólares que van a los GAD, prefecturas y juntas parroquiales. De lo que queda que puede gastar el Gobierno central, mucho ya está comprometido porque hay obras que se hicieron y que hay que pagarlas. Pero lo que no está comprometido, calculamos que son $ 2.700 millones. Yo propongo que cambie el modelo: el motor de ese gasto en carreteras, puentes, hospitales, escuelas, aeropuertos, etc., lo puede asumir el sector privado en un 80 %. El otro 20 % del gasto lo hace el sector público. Eso liberaría del gasto del Estado 2.250 millones de dólares.

Más otra serie de recortes (ver cuadro) como el subsidio al nafta, únicamente en las gasolinas premium, sin tocar el diésel ni la gasolina más económica para no afectar al transporte. También un recorte de gastos del sector público, la renegociación petrolera y la deuda china para aligerar el costo por intereses.

- Todo eso tendría una factura política y social, ¿no?

- Nosotros no podemos manejar un plan de desarrollo basado en la ideología. Usted puede hacer que el Estado sea el motor de la economía -nunca tanto como se hizo- cuando había bonanza, pero hoy no hay recursos. Hay que legislar en austeridad. Como no se ahorró, el tema de la ideología no tiene peso. Hay que ser prágmáticos.

- En eso de la austeridad, coincide con lo que dijo el presidente Moreno el viernes al presentar la proforma. ¿Cree que hay un cambio de política económica o está forzado por la estrechez?

- Lo importante es lo que dijo claramente el alcalde de Guayaquil en su discurso. Estamos en la cuerda floja, lo mismo da si usted se cae del lado derecho o del izquierdo. Lo importante es no caerse.

- ¿El presupuesto presentado responde a sus expectativas, va en línea con la realidad económica?

- El esfuerzo de este nuevo gobierno deberá observarse en el segundo semestre y la meta de la gestión corresponderá a un déficit fiscal inferior al registrado en los últimos 3 años, es decir, 3.600 millones de dólares. Aquí se debería ver un mensaje de cambio frente al pasado, ya que siempre en el segundo semestre de cada año se incrementa el déficit fiscal. Se limitarán algunos planes y programas debiéndose reprogramar para el próximo año. Eso mostrará la verdadera gestión de este gobierno, ya que en la ejecución del presupuesto de este año, el manejo del actual Gobierno solo se va a ver reflejado en los últimos 3 o 4 meses.

- ¿Se mantiene aún el beneficio de la duda?

- Aunque no le hayan dejado la mesa servida al actual Gobierno, nos toca a todos tener la mesa unida. Con acciones, se debe devolver la confianza, priorizar el gasto, fortalecer al sector productivo y trabajar en alianzas público-privadas. Todo esto, es justamente, la concreción operativa del diálogo que se ha impulsado desde la Presidencia.