Apoyo. El Gobierno de Estados Unidos dice que Europa ha perjudicado al fabricante americano Boeing.

Otra guerra comercial de Trump: Airbus

La Organización Mundial de Comercio autoriza a EE. UU. a imponer sanciones. La Unión Europea anuncia contramedidas.

La Unión Europea (UE) considera que si Estados Unidos decide imponerle sanciones comerciales por hasta $ 7.500 millones por daños derivados de las ayudas ilegales al fabricante aeronáutico europeo Airbus, avaladas hoy por la OMC (Organización Mundial de Comercio), será una medida “miope y contraproducente”.

El presidente estadounidense, Donald Trump, consideró ayer como “un gran triunfo” el fallo OMC por el que EE. UU. podrá sancionar a la UE con medidas comerciales por las subvenciones ilegales a la empresa aeronáutica europea.

“La OMC ha sido mucho mejor con nosotros desde que soy presidente”, agregó al celebrar el dictamen del organismo a favor del fabricante aeronáutico estadounidense Boeing a causa de las ayudas y subsidios europeos a su competidor Airbus, por el que Washington podrá sancionar a la UE en materia comercial.

La comisaria Cecilia Malmström, dejó claro que la UE sigue dispuesta a lograr un acuerdo con Washington en el marco del conflicto comercial que desde hace quince años enfrenta a Airbus y a su competidor estadounidense Boeing, acusados por la OMC de recibir ayudas públicas ilegales.

En cambio, advirtió de que si EE. UU. decide imponer las sanciones autorizadas, “empujará a la Unión Europea a una situación en la que no tendrá otra opción que hacer lo mismo”. Malmström recordó que, en un caso paralelo, Ginebra concederá igualmente a la UE en unos meses el derecho a imponer contramedidas a EE. UU. como resultado de haber infringido de forma continuada las mismas normas de la Organización Mundial de Comercio. La comisaria apuntó que la UE ya publicó el pasado abril una lista preliminar de productos estadounidenses susceptibles de aplicarles esas contramedidas.

En todo caso, dejó claro que en su opinión “la imposición mutua de contramedidas solo infligiría daños a las empresas y a los ciudadanos de ambos lados del Atlántico”, y perjudicaría “al comercio global y a la industria de la aviación en general en un momento sensible”.

Malmström apuntó que Bruselas ha “comunicado consistentemente a Estados Unidos que la UE está dispuesta a trabajar con ellos por una solución justa y equilibrada para nuestras respectivas industrias aéreas”.