Los Goles. La draga Vitus  Bering de la empresa belga Jan De Nul comenzó en la mañana de ayer su trabajo.

Guayaquil ya no observara de lejos los grandes barcos

Los megabuques ya no pasarán de largo hasta Buenaventura, recalarán en la “ciudad puerto”. Ayer Jan De Nul tomó la posta del dragado del canal marítimo.

El dragado del canal de acceso a las terminales marítimas públicas y privadas, desde ayer escribe una nueva historia, con el inicio de la demolición de una parte de esa colina llamada Los Goles que está en el mar frente a Posorja, uno de los principales obstáculos de la navegación.

La obra cambiará de forma radical la parte fundamental de logística del comercio exterior, el sector más importante de la economía nacional.

Tan importante son los puertos de Guayaquil que por sus muelles se moviliza, en dinero, el equivalente al 25 % del Producto Interno Bruto (PIB), nada menos que unos 25.000 millones de dólares (datos de 2017), ya que la carga marítima que se intercambia por esta ciudad representa alrededor del 90 % del total nacional.

Eduardo Egas, director ejecutivo de la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei), habla de un claro y positivo impacto del dragado en el costo de la cadena logística del Ecuador.

“En la parte naviera somos el residuo de lo que dejan Chile y Perú, esperamos que los cambios y los nuevos puertos nos beneficien”, manifiesta a Diario EXPRESO.

Es decir, va a darse una mejora y la posibilidad de nuevas rutas para la carga ecuatoriana en momento en donde la competitividad está venida a menos.

El presidente de la agencia naviera Citikold, Xavier Game, deja sentado sobre la mesa dos aspectos relevantes del dragado de la “avenida marítima” a 12,50 metros de profundidad, dragado que por 10 años, y hasta hace 15 días, lo ejecutó la empresa de dragas de la Armada, Serdra, luego de un contrato firmado con la Autoridad Portuaria de Guayaquil (APG).

La empresa que ayer tomó la posta a Serdra, la belga Jan De Nul, en una primera parte hará el dragado de apertura a 9,60 metros y luego llegará a 12,50, lo que permitirá el ingreso de buques de mayor capacidad.

Game ve al dragado como una enorme oportunidad de reducir los costos que represan en la situación actual las dos horas que hay que esperar para obtener el beneficio de la marea y el hecho de usar barcos feeder (pequeños) que llevan la carga desde Guayaquil hasta Panamá -o viceversa- para allí hacer transferencias de carga.

Ahora, los barcos pospanamax vienen desde Chile, siguen hasta Perú y llegan a Buenaventura (Colombia), y no recalan en Guayaquil por la escasa profundidad del canal, hasta de 8,2 metros en tramos. “Con el dragado los megabuques ya no pasarán de largo hasta Buenaventura, entrarán a las terminales nuestras”.

El detalle:

El crecimiento. Con una profundidad de 12,50 metros, cada buque podrá embarcar 6.732 contenedores adicionales por barco hasta Guayaquil.