Guayaquil, el destino lider de las remesas
Según el Banco Central de Ecuador, el año pasado, el euro evidenció una depreciación, respecto al dólar, de un 19,6 % en el período en mención” y eso también afectó. En el 2015 ingresaron al país, 7’913.529 giros por concepto de remesas, cifra s
Guayaquil tiene más emigrantes devengando sueldos en alguna latitud del mundo. Y aquello se traduce en divisas que destinan a su ciudad. Al menos así lo dejan ver las estadísticas sobre las remesas receptadas el año pasado.
A este cantón llegó cerca de la cuarta parte de todo lo que enviaron los ecuatorianos: 561 millones de dólares o el 24 % del pastel. Le siguieron Cuenca, con $ 409,7 millones, Quito,
$ 348,0 millones y Azogues, con $ 81,8 millones: en conjunto a estas ciudades aterrizó el 59 % del total, de acuerdo con el Banco Central de Ecuador (BCE).
¿Desde qué momento esta ciudad conquista el primer puesto que solía obtener la zona austral? Es que, si bien en décadas anteriores los que más se desplazaron al exterior fue buena parte de los azuayos, con Cuenca a la cabeza, o los cañarejos, con Azogues, en los siguientes años vivieron una reunificación familiar y entonces han quedado en esas provincias cada vez menos parientes a quienes deban mantener.
Pero también ha incidido el hecho de que Guayaquil, que en su tiempo envió migrantes en la época de la crisis, internamente, en la era poscrisis, recibió a ciudadanos de otros cantones, por ser un polo de desarrollo, que ahora son receptores de divisas desde esta ciudad, según explica Jorge Calderón, decano de la Facultad de Economía y Ciencias Empresariales de la UEES. Además, hay ciudadanos que se fueron a estudiar, encuentran oportunidades laborales y luego aportan con remesas.
Pero fuera de la geografía de las remesas, hay dos hechos que se contradicen. Son menos las que llegan y más las que salen. El año pasado, las divisas que enviaron los migrantes al país (2.377,8 millones) cayeron en un -3,4 % en relación al 2014 (2.461,7 millones). La disminución obedece a la coyuntura económica de los países donde residen, especialmente España, Italia e incluso EE. UU. También a la depreciación del euro.
Pero el hecho de que Ecuador sea una economía dolarizada, en cambio, ha atraído a extranjeros y con el tiempo, la curva de remesas que salen, salta rápido. Los “ciudadanos extranjeros se insertan en el mercado laboral, en sectores económicos vinculados con servicios, construcción, comercio, minería, hoteles y restaurantes, entre otras actividades”, reseña el Banco Central del Ecuador. El año pasado, remitieron al exterior
$ 278,1 millones, un incremento del 50 % respecto al 2014.
