Labor en lo alto. Demuelen construcción en Camilo Destruge y Coronel.

Guayaquil, con 20 casas destruidas

56 adultos mayores son parte del grupo que residían en estas viviendas. 71 personas habitaban las casas que fueron totalmente afectadas por el sismo del sábado.

En el número 609 de Camilo Destruge y Coronel ya no cabe la vida. No mientras se levanten todas las ruinas en las que se convirtió este edificio de tres niveles y construcción mixta que quedó parcialmente destruido con el terremoto del pasado sábado.

La mañana de ayer, cuatro personas hacían malabares a 25 metros del suelo. Fueron contratadas por la familia dueña de la vivienda para tumbar lo que aún queda en pie.

“Hemos perdido casi todo con esta desgracia. Se vinieron abajo los dos pisos superiores con todas nuestras pertenencias y encima de eso nosotros mismos estamos obligados a tumbar la casa”, dijo ayer Carolina Coello Esparza, quien vivía en la planta baja.

Algo similar sucedía en la construcción esquinera de Chimborazo y Argentina, en el antiguo local del colegio particular República de Ecuador.

Ahí, William Cobeña dirigía a su cuadrilla de obreros, quienes se encargan en estos días en tumbar esta construcción de tres niveles, que sufrió daños en el último piso.

“Antes del terremoto, ya el dueño, un ciudadano asiático, nos había contratado para demoler el edificio, pero aún no se habían iniciado estas labores. El temblor lo que hizo fue apurar los trabajos”, dijo el contratista de la obra.

Entre 2.000 y 5.000 dólares cuesta la contratación de una demolición. “Nosotros estamos obligados a tumbar la construcción, con los peligros que implica justo en estos momentos que aún la tierra tiembla -entre la noche del jueves y la mañana de ayer Guayaquil sintió cinco movimientos- pero también debemos llevarnos el desalojo”, dijo Marcos Morán, quien asegura que tiene 36 años de experiencia en demoliciones.

Hasta el martes pasado, el informe de situación luego del terremoto, emitido por el Comité de Operaciones de Emergencia Cantonal, en la Corporación de Seguridad Ciudadana, determinó que habían 20 casas totalmente destruidas y 243 edificios y viviendas afectados con daños parciales.

Tal como sucedía en los barrios del sureste de la ciudad, en el centro de Guayaquil, en los edificios altos que presentaron resquebrajaduras en las paredes, ayer un grupo de albañiles resanaba las partes afectadas en el edificio Propiedades, de la esquina de 9 de Octubre y Escobedo, en cuya planta baja funciona el almacén de Marathon Sports.

En el último piso del edificio Cóndor se observaba una lona. En esta construcción de 1954, se desprendió una de las losas decorativas del último piso, por lo que se suspendieron las actividades en el local de la planta baja donde funciona Wendy’s, cadena de comida rápida.

Albañiles contratados por los dueños del edificio trabajaban en tumbar el resto de los elementos decorativos para mayor seguridad.

En el antiguo Cine Astor, de Chimborazo, entre Cuenca y Febres Cordero, hasta ayer ya se había tumbado una parte de la pared superior que se desprendió a causa del movimiento terráqueo que sorprendió a los ecuatorianos -con una serie de muertes y daños- la noche del sábado pasado.