Guayaquil
Las fundaciones siempre están rodeadas de circunstancias que no se logran documentar, porque como dicen los expertos, la historia la escribe quien gana. Por ello me pregunto cuántas de estas circunstancias se les escaparon a quienes nos enseñaron cómo nacimos.
El proceso bastante claro y complejo que tuvo lugar en 1820, en la aurora de un nueve de octubre, que dio paso a la Provincia Libre de Guayaquil. Sin lugar a dudas es la huella caminante, la que nunca se aquieta, lo que nos hace hacer y ser ciudad todos los días, fundarnos y refundarnos.
De chica oía con mucho entusiasmo por parte de las tías abuelas cómo Guayaquil se volvía a levantar después de los incendios. Con ese mismo entusiasmo esta ciudad sale a darle cara a los actuales retos y a las no tan alegres realidades impuestas por coyunturas.
Habremos ganado muchos premios de organismos internacionales por nuestro turismo, gastronomía, y seguramente lo seguiremos haciendo. Somos la ciudad en donde menos inequidad hay en el país, porque más allá de los índices oficiales, la solidaridad emerge en todas las crisis, ese es nuestro mejor galardón.
He trabajado y he vivido con profundo amor por esta ciudad. Hoy la celebro orgullosa, y no en solitario, le rindo homenaje desde la comunidad de mi familia, amigos y colegas que amanecen entregando lo mejor de sí en beneficio de la gente.
He denunciado los hechos y políticas que nos ponen el pie para hacernos caer, a los asaltos, a los piratas de este siglo que quieren nuevamente someternos y quitarnos nuestra real esencia, no perfecta por cierto, pero la huancavilca, la de madera de guerrero, la de tantos amores.
Guayaquil está obligada a seguir mejorando, ordenándose y velando por su autonomía, y pidiendo sin descanso los servicios a los que, por competencia del Gobierno central, tenemos derecho, especialmente los más necesitados.
Pujante, guerrera, clara y firme, con abrazos extendidos y abiertos, bordeando la pasión de nuestro río. Rendirnos ante su Creador y decir este día: ¡Gracias Dios nuestro por esta hermosa Guayaquil!