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Guardias en paradas

De nada sirve tener guardias privados en las paradas de buses en Guayaquil. Esa no es la solución para la ola de delincuencia que está asechando la ciudad.

Los delincuentes no llevan un letrero en la cabeza para poder reconocerlos, se mezclan entre la gente honesta que utiliza el transporte público para movilizarse donde necesiten.

Los guardias no tienes poderes especiales para reconocer a estos malhechores. Entonces, se suben a los buses de incógnitos y en pleno recorrido sacan sus armas y siembran el terror entre los pasajeros.

Se deben tomar otras medidas para poder erradicar la delincuencia en Guayaquil.

La intención es buena, pero no es la solución para tan grave problema.

Salir a la calle a trabajar, incluso a pasear, ahora da miedo. En los semáforos hay tanta gente pidiendo dinero o vendiendo algo, que terminamos pensando que uno de ellos podría ser un delincuente armado.

Debería existir más control por parte de las autoridades encargadas en los semáforos.

Washington Cortés