Guadual, una natural propuesta circense

Guadual, una natural propuesta circense

Es una obra de teatro inspirada en la caña guadua. Su escenografía y trama usan el noble elemento como eje central.

Los bosques de guadual son muy comunes en la costa ecuatoriana. La biodiversidad que albergan así como las propiedades de la planta son innumerables. La caña guadua usada desde tiempos remotos en varias culturas, como la japonesa y pueblos prehispánicos, la han convertido en un elemento que guarda secretos, beneficios e historias detrás de su uso, además de admiración de quienes lo cultivan.

Es tal su misterio que hasta el teatro se ve beneficiado de ella. Así nace la obra ‘Guadual, circo de fibras naturales’. Antes de convertirse en una puesta en escena tiene como propuesta ser el primer grupo de circo teatral del Ecuador, una iniciativa del Teatro Sánchez Aguilar.

La obra tiene varias particularidades, entre ellas es que se escribió desde la idea de sus integrantes junto con el dramaturgo y director de la misma, Leandro Mendoza. Aquí los actores y acróbatas propusieron muchas de las situaciones que se plasmaron en el guion original. Otra característica son los elementos naturales y la evocación de la naturaleza.

Pero, ¿en qué se inspiran del guadual? Aquí la caña está implícita en la obra y es el personaje principal. Está presente desde su parte natural como en las piezas de escenografía. Mario Sánchez, uno de los actores, explicó que “Sanador, limpia y protege la fauna. Es un material noble que puede servir cualquier cosa para el ser humano”, pensamiento que está presente a lo largo de los tres actos del espectáculo.

Guadual es un circo diferente, que evoca lo natural. Son 11 personas en escena quienes interpretan a dos grupos diferentes: uno que representa a los campesinos, que tienen una vida algo monótona, frente a un grupo de actores de circo perdidos entre los sembrados. Así, de manera espontánea se unen dos estilos de vida gracias al elemento más noble de la zona tórrida.

Detrás de escena

- El grupo El Guadual comenzó a formarse gracias a un casting abierto en el 2014. En agosto del año pasado, los artistas fueron seleccionados y se dio por iniciada la propuesta circense, que busca imponerse en el teatro ecuatoriano. Leandro Mendoza, dramaturgo de circo, es quien está al frente de la obra.

- Para sus actores es un desafío. Todos tienen diferentes escuelas de circo y por primera vez trabajan juntos. “Es una gran experiencia, todos somos de distintos lugares y es una convivencia y vivimos todos en el mismo piso. Somos artistas que respetamos a nuestros pares”, comentó Mario Sánchez, de Colimbio, Chile.

- La puesta en escena rescata del circo las diferentes técnicas, algunas aprendidas de forma autodidacta. Hay malabares, acrobacias, mástil, diábolo, acrobacias aéreas y pole dance.

- Los 11 actores representan a un elemento de biodiversidad del guadual. Entre ellos la rana, el mirto, el puma, la ardilla, etcétera. Lo divertido es que el espectador debe reconocer estas personalidades.

- Luego de cada función, el personal técnico y equipo de dirección se reúnen para pulir errores o cambiar algunas situaciones presentadas durante el acto en vivo.

Sinopsis

Una mancha de guadua es testigo de un encuentro cercano y trascendental. Unos montubios acogen a una compañía internacional de circo abandonada en el Ecuador, se embarcaron en un proyecto que naufragó y ahora tienen que reconfigurar su futuro mientras construyen un mundo natural entre las guaduas ofrecidas, basándose en sus necesidades y sus posibilidades. Encontrando el arte de fibras naturales, la agrupación busca crecer en su nuevo entorno, entenderlo y armarse de valor para transformarse de manera sostenible y armoniosa, que invita a actuar, dialogar, improvisar, investigar, ilusionar, amar... Estos artistas se mueven como animales en el bosque, dando vida a un viejo-nuevo circo rural, entrañable y utópico: el Circo del Guadual.