Jorge Glas es el actual vicepresidente del Ecuador

El grupo de las historicas logra enterrar la sumision legislativa

Jorge Glas llamó “grupo de histéricas” a las opositoras. Ellas prometen seguir controlando las riendas fiscalizadoras. La valoración de la Asamblea mejora

Reinventarse. Las mujeres de la Asamblea Nacional llegaron al Pleno con una tarea tan tácita como notoria: rescatar su participación del legado heredado por la primera cúpula femenina de la historia legislativa que, en el período pasado, liderado por las verdeflex Gabriela Rivadeneira, Marcela Aguiñaga (ambas de vuelta a las curules, aunque sin sus cargos) y Rosana Alvarado (hoy ministra de Justicia), asumió la etiqueta de “una y mil veces sumisas”.

Tras un mes y medio en funciones, esa tarea avanza. Las principales trincheras de batallas políticas han sido rescatadas por las asambleístas de oposición de todas las bancadas, desde donde lideran propuestas sociales, reformas laborales, intercesiones ante anuncios gubernamentales y, fundamentalmente, la fiscalización de los codiciados sectores estratégicos, arrebatados por la nueva administración de las manos del vicepresidente Jorge Glas.

Ha sido él, precisamente, quien no ha tolerado el rol del grupo de históricas a quienes ha preferido bautizar, por su condición de mujer, como “grupo de histéricas”, recibiendo rechazos explícitos en la oposición, que lo acusa de “misógino” y “machista”, y silencios del oficialismo, que ha ignorado el debate público propiciado por el también vicepresidente de PAIS.

El entierro progresivo de la sumisión legislativa, que en el último período archivó cuanto pedido de juicio político se presentó, se allanó a cuanto veto emitió el Ejecutivo y aprobó más leyes por voluntad presidencial que propia, tiene lugar pese a la diferencia numérica en la configuración plenaria: las mujeres ocupan solamente 4 de cada 10 curules. Pero no lo parece.

La explicación se encuentra en la capacidad de producción política. Todos los frentes cubiertos. Todos:

Mae Montaño (CREO) repite período destacado, participando en los principales debates de corrupción y proponiendo uno de los primeros cinco proyectos de ley; Cristina Reyes (PSC), elevada a cabeza de lista nacional durante la época electoral, ha decidido ocupar el espacio de confrontación liderado antes por Cynthia Viteri, insistiendo en reformas a la seguridad Social, pidiendo la destitución de Richard Martínez por borrar la deuda de los 2 mil millones de dólares y, en últimas, elevando al vicepresidente cinco preguntas sin respuesta durante su visita al Pleno; están también las novatas: Dayllana Passailaigue (PSC), haciendo suya la abandonada lucha feminista y buscando reformas educativas; María Mercedes Cuesta (FE) en la solitaria tarea de poner atención a los detalles de los informes de Contraloría; Lourdes Cuesta (CREO), inaugurando los nombres propios en la responsabilidad política -Jorge Glas-; Jeannine Cruz (CREO), que ha trasladado la valentía con la que fue encarcelada a la tarea de examinar las áreas estratégicas desde el petróleo hasta las hidroeléctricas, desde discursos en el Pleno hasta denuncias en Fiscalía; Paola Vintimilla (PSC), de lenguaje sencillo y conclusiones lógicas, resultó clave para alentar la comparecencia de Glas ante la Comisión de Fiscalización, mesa a la que no pertenece, pero de la que ha participado sin ausencias como una más; y Ana María Galarza (CREO), abrazada a los cuestionamientos documentados, donde dice Caminosca, dice Petroecuador, dice reconstrucción de Manabí.

No sorprende entonces, que un puñado de mujeres haya levantado del precipicio la valoración positiva de la Asamblea: heredada por la cúpula femenina en cerca del 30 % y levantada sobre el 50 %, este mes, según Perfiles de Opinión.

Las protagonistas

Mae Montaño

La experiencia de fiscalizar con amabilidad

Nunca se exalta, ni grita ni acosa. Pero Montaño, segunda legisladora nacional por CREO, ha logrado convertirse en un emblema fiscalizador. Desde el período pasado solicitó un juicio político contra el hoy exfiscal Galo Chiriboga. PAIS lo evitó.

Cristina Reyes

Una líder en proceso de construcción

Acompaña su juventud de experiencia legislativa: desde la Constituyente hasta este, su segundo período, esta vez, como cabeza del partido. Fue la voz cantante en la comparecencia de Jorge Glas, quien dejó de responder tres de sus preguntas.

Jeannine Cruz

Recordó a la oposición qué es la inmunidad

Formada políticamente en la oposición nadie dudaba de su intención de fiscalización radical. Fue, sin embargo, la primera legisladora en llevar sus denuncias ante la Justicia, fuera del Pleno. Es la primera en hacer valer su inmunidad.

Ana María Galarza

El valor de los documentos en la denuncia

Ha aprovechado los espacios televisivos para apoyarse en los documentos: el caso Caminosca, las glosas de Contraloría, el caso Petroecuador. Su participación busca desmontar el argumento oficialista de “no existen pruebas”.

María Mercedes cuesta

La tarea de fiscalizar en solitario

Es la única asambleísta por Fuerza Ecuador, sumada al bloque de las minorías. La tarea de Mercedes Cuesta, para destacar, busca poner atención a los detalles de contralorías, la de los malos gastos “pequeños”, la de los malos usos “justificables”.

Paola Vintimilla

Asambleísta pero no política

Lo confiesa. Lo dijo en su primera intervención. Que ese no era su mundo, que no es política. Pero dicho esto ‘cantó’ en el Pleno lo que se conversa en los hogares y comedores: ¿Y si el vicepresidente quiere venir a la Asamblea, por qué no lo dejan?

Lourdes Cuesta

Ni teme, ni cede, ni deja intocables

El rol de Lourdes Cuesta en la Asamblea es decir lo que muchos en su bloque piensan, pero no consideran correcto expresar: oposición frontal, llamando los casos por nombres propios y destacando incongruencias en el discurso oficial.

Dayllana Passailaigue

Proposición antes que oposición

Tras su ingreso presentó una reforma educativa que necesitará de consensos con el oficialismo para pasar, a la caza de revertir las dificultades para acceder a la universidad. Ha logrado consensos en causas feministas.