Determinante. El uruguayo Jonatan Álvez (i) inicia la celebración barcelonista. El triunfo de ayer ante River Ecuador le permitió al Ídolo sumar 18 puntos y dispararse como el líder absoluto del campeonato ecuatoriano de fútbol.

Sin las goleadas tambien se suma

La máquina que tritura a sus rivales ha tomado una pausa, pero en el fútbol con un gol también se gana. Barcelona lo entendió así y cuando afronta partidos como el que anoche tuvo ante River

La máquina que tritura a sus rivales ha tomado una pausa, pero en el fútbol con un gol también se gana. Barcelona lo entendió así y cuando afronta partidos como el que anoche tuvo ante River Ecuador se adapta a las circunstancias, busca el tanto y lo atesora en su real dimensión, sabiendo que también significa tres puntos.

El cerco de piernas que la ‘Fuerza Roja’ planteó en el estadio Christian Benítez, tratando de cortar las conexiones del Ídolo, cometió un solo error y lo pagó muy caro. Fue en el minuto 18, cuando Marcos Caicedo salió en un veloz contragolpe, trasladando el esférico sin ninguna marca que lo estorbe y combinó con Jonatan Álvez, para que el uruguayo aproveche un grueso error del golero Alexis Tenorio y ponga la conquista de la victoria.

Salvo esa acción, el planteamiento de River fue impecable, en lo que a maniatar al rival se refiere. El 4-1-4-1 que delineó el técnico Guillermo Sanguinetti no le dejó espacios a Barcelona. Armando Monteverde le aplicó una marca personal a Damián Díaz, limitando la creación de juego de los amarillos.

Tan preocupado estaba el cuadro local en controlar al rival, que en la primera etapa poco o nada produjo en ofensiva.

Fue en la segunda fracción, con el retroceso de líneas de Barcelona, cuando River mostró su mejor versión, sin llegar a poner nunca en peligro el resultado que Guillermo Almada, director técnico de los amarillos, comenzó a cuidar con el ingreso de Oswaldo Minda, en sustitución del lesionado Richard Calderón.

Con Díaz controlado y Marcos Caicedo superado en el duelo personal que mantuvo con José Luis Cazares, Almada comenzó a buscar alternativas.

Primero ensayó con Washington Vera y luego con Cristhian Alemán, pero ninguno de los dos logró darle la claridad que los ‘canarios’ necesitaban.

Dos remates que se estrellaron en los postes (uno de cada lado) animaron a los espectadores, que a esas alturas desesperaban al ver que Barcelona no lograba asegurar el triunfo.

El tradicional “ole... ole.... ole...” que los barcelonistas disfrutaron en anteriores jornadas no se escuchó anoche en Samanes, pero a Almada y a sus dirigidos eso no les importó. Ganaron, aunque la diferencia fue mínima, pero esa victoria sirvió para sumar los puntos que los acerca más al sueño de la estrella número 15.