Festejo. Matías Oyola (d) carga en su espalda a Damián Díaz luego de anotar el tercer gol definitivo en el choque de ayer contra Deportivo Cuenca. El Capi ha hecho varios goles de tiro libre.

Goleada amarilla con sabor a Copa

Tres puntos que acercan aún más al Ídolo de la Copa Libertadores, donde en este año tuvo un gran desempeño, pero la final quedó pendiente.

Barcelona no falló y quiere su revancha copera. Ayer goleó sin problemas a Deportivo Cuenca y se aferra a la posibilidad de conseguir el último cupo para ir a la Copa Libertadores.

Macará (rival directo) no pudo ganar en Manta y era una oportunidad dorada para que el Ídolo acorte la ventaja. Con seis puntos en juego, ayer redujo el margen a dos y con el detalle de que se verán en la última jornada en el Monumental.

La consigna del cuadro torero era buscar el control del partido desde el inicio. Sin ser el mejor Barcelona del campeonato, al equipo de Guillermo Almada le bastaba con tener la pelota en su poder e ir filtrándose de a poco en el área del Deportivo Cuenca.

El dueño de casa fue trazando el camino al triunfo con el pasar de los minutos y la banda derecha, que era una constante avenida para Pedro Pablo Velasco, fue el lugar perfecto para afectar a los morlacos.

La conquista de Jefferson Mena, quien sigue en ascenso y logró su primer gol en el campeonato nacional (lo había hecho en Copa Libertadores ante Estudiantes de La Plata), le otorgó mayor tranquilidad al equipo local, que a partir de la inauguración del marcador se fue haciendo más fuerte.

Barcelona ya había identificado cómo vulnerar a los morlacos y aunque en el primer episodio los toreros abusaron del sector diestro, para el complemento empezó a utilizar ambas bandas.

Marcos Caicedo era figura y tuvo un par de oportunidades para anotar, pero Hámilton Piedra había truncado su suerte. Pero el zurdo tuvo su revancha.

Mientras que la visita no tenía reacción en ninguna de sus líneas, Caicedo ingresó al área, intentó asistir a Ariel Nahuelpán, pero Richard Schunke envió la pelota al fondo.

La goleada era inminente, pero Matías Oyola no iba a dejar el Monumental hasta estampar su sello personal. Un tiro libre ejecutado a la perfección sentenció el partido.

Tres puntos que acercan aún más al Ídolo de la Copa Libertadores, donde en este año tuvo un gran desempeño, pero la final quedó pendiente. La derrota deja a Cuenca sin chances de ir a este torneo. Los morlacos estarán en Sudamericana.