Algarabía. El defensor de Emelec, Byron Mina (21) celebra el gol de la victoria con el capitán Gabriel Achilier, luego de ejecutar una mortal en el aire. Portocarrero (34) se une al festejo.

Golazo de Mina da esperanza a Emelec

No renuncia al trono. El campeón vigente de Ecuador venció con una joya de Byron Mina al Aucas, y agrega más drama al epílogo de esta segunda etapa, en la que el ‘Bombillo’ quiere forzar un final.

No renuncia al trono. El campeón vigente de Ecuador venció con una joya de Byron Mina al Aucas, y agrega más drama al epílogo de esta segunda etapa, en la que el ‘Bombillo’ quiere forzar un final.

Alfredo Arias sabía que este partido no iba a ser fácil. Aucas disputa cada punto como si fuera el último. Estacionado en la parte más baja de la tabla acumulada y el primer opcionado en irse al descenso, los ‘orientales’ no iban a regalarle la victoria a los azules.

Emelec arrancó con mucha confianza el cotejo. Dueño de la pelota, controlaba el medio campo con el doble trabajo de Fernando Gaibor y Pedro Quiñónez.

Pero los minutos restantes iban a empezar a equilibrarse. El ‘Papá’ empezaba a presionar e inquietar a la zaga azul, sobre todo aprovechando la velocidad de sus atacantes Ayrton Preciado y Joao Rojas.

Pero el primero en tener ocasiones de cara al arco iban a ser los locales. Y ellos mismos iban a celebrar la inauguración en el marcador, gracias a una ejecución impecable del artillero azul en esta temporada, Cristina Guanca, que alcanzó su gol 18.

La ventaja fue un envión anímico para Aucas, que al contrario de replegarse, empezó a ser más peligroso en los últimos metros y su desequilibrio iba a reflejarse en el marcador. Un tiro de esquina que roza en Fernando Giménez y el empate caía como baldazo de agua fría en el Capwell.

La segunda parte iba a traer consigo el mismo ímpetu de la visita y un Emelec frágil en defensa. En las primeras acciones parecía que los ‘orientales’ podían conseguir el triunfo, era más claro y profundo. A los azules les faltaba crear.

La ansiedad embargaba el estadio Capwell. El resultado que valía era la victoria y los azules en la cancha tenían problemas para conseguirlo.

Pero la calma iba a volver. Byron Mina, el ‘pintor’, iba a ilustrar la obra maestra en el Capwell. Casi de 30 metros, se perfiló y con la derecha sacó un zapatazo inatajable para Johan Padilla. El abrazo con Pedro Quiñónez reveló el mentor detrás de ese gran disparo.

Los nervios eran el plato principal. Se pedía la hora, se arengaba a los jugadores, la hinchada pedía el final a gritos.

Emelec logró su cometido y sigue a la caza de Barcelona. Cuatro puntos los separa, hay un Clásico pendiente. El ‘rey’ no quiere entregar la corona.