Los números preocupan. El manejo de la deuda pública se discutió, ayer, en la Asamblea Nacional y los datos no dejaron satisfechos a varios legisladores.

El viceministro de Finanzas, Fernando Soria, reemplazó a Fausto Herrera en su comparecencia en la Comisión de Régimen Económico. Habló de la ejecución del presupuesto general del Estado en el primer semestre del año y de los datos positivos del Gobierno. Cuando llegó al tema de los compromisos adquiridos, sin embargo, las respuestas quedaron cortas. El funcionario ofreció enviar cualquier dato que no llevó a su presentación.

Lo único que atinó a contestar es que el Gobierno, la semana pasada mediante decreto ejecutivo, consolidó la deuda para poder contratar más recursos. Esa respuesta generó aún más preocupación.

El asambleísta independiente Ramiro Aguilar dijo a EXPRESO, que sorprende que se reconozca que se busca mayor endeudamiento. “Le repregunté al funcionario y me dijo que sí, esto es preocupante”.

No fue el único. El presidente de la Comisión e integrante de Alianza PAIS, Virgilio Hernández, pidió al viceministro un informe detallado de la deuda externa e interna. Dijo que esta información servirá para que el ministro coordinador de la Política Económica, Patricio Rivera, responda algunas inquietudes. El funcionario será llamado la próxima semana.

Esto pese a que el presidente de la República, Rafael Correa, considera que la deuda del Ecuador es “lo último” que debe preocupar a los ciudadanos. El martes, el primer mandatario reconoció que la deuda es alta, pero que podrá renegociarse en 2017, cuando el escenario económico mejore. No especificó cómo revisará los compromisos adquiridos con altos intereses.

Para dos analistas económicos que conversaron con este medio, la renegociación es posible, pero las condiciones podrían ser negativas.

Para el exsubsecretario de Política Económica, Luis Rosero, es muy difícil que se pueda hacer una renegociación en el tramo de la deuda externa. Considera que una posibilidad existe en lo interno.

“El Gobierno tiene deudas con el IESS y con otras instituciones, eso se podría renegociar, que es básicamente cambiar la estructura, el perfil de la deuda, de hacerlo de muy corto plazo a mediano y largo plazo”.

El exministro de Finanzas, Fausto Ortiz, no ve dificultades en la renegociación. “Lo que voy a reestructurar son mis pasivos, con tiempos más largos, con costos más bajos”. Él no cree que esa renegociación implique recompra de bonos.