Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

El Gobierno apunta al empleo juvenil, pero fuera hay reparos

Reformas laborales. El Ejecutivo enviará a la Asamblea el proyecto de ley para la protección y fomento.

Esta propuesta, que se espera esta semana y será económica-urgente, incluirá varios temas: el seguro al desempleo, incentivos para el empleo a jóvenes de 18 a 25 años, ajustes para la jornada laboral y mecanismos especiales para los sectores de la construcción, pesca y agropecuario, explicó a EXPRESO el miembro de la Comisión de Administración Legislativa (CAL), Fausto Cayambe.

Según él, el seguro al desempleo estará sostenido por el Estado, el trabajador y el empresario. En algunos países, este se aplica en porcentajes que van entre el 28 % del salario básico y el 70 %, como en Suecia, por ejemplo. “Es factible y necesario. No es flexibilización ni precarización del trabajo. El efecto del seguro es que esos ingresos dinamizarán la economía, el trabajador podrá pagar servicios y comprar”, señaló.

Además, es una recomendación que hizo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2012. Según ese organismo, el 70 % de los trabajadores en el mundo no tiene derecho a la protección.

En cambio, el incentivo de empleo para los jóvenes tendrá otro mecanismo. El Estado cubrirá la totalidad de la seguridad social de ellos.

También se modificará la figura de la pasantía, que es un derecho y nació para desarrollar sus capacidades. En este tema, se plantea que no se pague el salario básico, sino una bonificación para la alimentación, la seguridad social y el transporte, comentó.

Otra de las alternativas son los ajustes a la jornada laboral. Es decir, para bajar costos para el empresario y evitar el despido a los trabajadores, se podrá laborar seis horas o cuatro días a la semana, por ejemplo, dijo. Esta fue otra recomendación de la OIT, en 2008, para enfrentar la crisis, agregó.

Pero esta medida será temporal y transitoria, y el resultado de un acuerdo entre los empleadores y los trabajadores. La base de esta propuesta será la negociación colectiva de mutuo consentimiento y no afectará los beneficios laborales, sostuvo Cayambe.

Aunque todavía están en discusión, los mecanismos especiales para el sector de la construcción, pesca y agropecuario buscan contratos laborales en esas áreas. Por ejemplo, estos serán por un año o dos para construir carreteras y edificios.

Sin embargo, los trabajadores dicen que no se puede resolver el problema del desempleo con un seguro. “Conocemos que hay 300 mil desempleos en el sector público y privado. Estas reformas son pura demagogia del correísmo. Rechazamos esas reformas y haremos plantones este 25 de febrero y la gran movilización nacional, el 17 de marzo”, sentenció el presidente de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), José Villavicencio.

Para él, disminuir las horas laborales eliminará el derecho al pago de horas extras y extraordinarias, que constituyen un ingreso adicional al salario. También viola el derecho a la estabilidad laboral al establecer contratos eventuales y ocasionales.

“Violenta varios derechos conculcados en la Constitución. Vamos hacia la precarización laboral”, dijo a este Diario.

El docente de la Universidad Central y experto en temas laborales, Hernán Rivadeneira, explicó a este Diario que “aún no se concretan esas propuestas, pero perjudican a los derechos de los trabajadores”, señaló.