Gobernar a traves del caos

Sucede en EE. UU. Sus ciudadanos están desconcertados con la forma de ser de Donald Trump. La rotación de puestos claves de su gobierno es la más alta de la historia. Renuncian por desacuerdo con las medidas que toma. Meses atrás el New York Times publicó una carta de un alto funcionario que describía el caos que había dentro de la Casa Blanca. La semana pasada renunció James Mattis, ministro de Defensa. En su carta de renuncia describe lo que EE. UU. representó para el mundo y lo compara con lo que Trump está haciendo y pretende hacer: “Una de nuestras creencias centrales es que nuestra fortaleza como nación se encuentra intrínsecamente enlazada en un sistema completo de alianzas...”. Agrega que al no hacerlo, no protege los propios intereses; no es posible que EE. UU. deje de tener un rol importante en la OTAN. Sin él, no puede haber una defensa común entre todos los aliados; solo así se puede enfrentar a China y Rusia, dos regímenes dictatoriales. Mattis considera que debe tratar a los aliados con respeto. Tiempo atrás criticó al recién electo alcalde de Londres. Hace poco comentó que las protestas callejeras en Francia se debían al Acuerdo de París, y que los manifestantes gritaban “queremos a Trump”. Ambas no verdades, miente de manera consuetudinaria. Trump no escucha a sus asesores, actúa impulsivamente. Por tercera vez desde su presidencia, más de 300.000 empleados federales se quedarán en casa, no podrán cobrar sus sueldos. Pretendió que el Congreso apruebe un egreso de 5 millardos para la construcción del muro. Los demócratas le pidieron que termine de usar el presupuesto para mejorar la seguridad; estaba casi sin tocar y no tenía sentido asignar más dinero. El presupuesto para aprobar los gastos del 25 % del Gobierno quedó en el limbo. Prohibió la entrada a un periodista de CNN en la Casa Blanca. Un juez ordenó que ingrese, así funciona la independencia de poderes. Los mercados de capital necesitan certidumbre, con Trump es lo contrario. Si los índices bursátiles siguen cayendo, diciembre será el peor mes desde la Depresión Mundial en los años treinta.