Explicaciones. El vicepresidente Jorge Glas siguió ayer su recorrido de medios dando a conocer su versión.

Glas, damnificado de Montecristi

El vicepresidente puede no tener funciones, pero la Constitución le faculta a seguir en el cargo. En 2008 los constituyentes pusieron límites a su accionar.

El vicepresidente Jorge Glas ha dicho que cumplirá su período. No tiene funciones y no piensa renunciar, pese a que fue vinculado al caso Odebrecht por presunta asociación ilícita que investiga a su tío Ricardo Rivera y otros, en la trama de sobornos de la constructora brasileña.

Que no tenga funciones y siga en su cargo es una consecuencia de lo aprobado en Montecristi, Manabí, en 2008. Blasco Peñaherrera Padilla fue vicepresidente de León Febres Cordero y cree que la situación de Glas es lamentable.

Considera que Glas “es una víctima de los propios actos del partido de Gobierno que impuso en 2008 disposiciones en la Constitución como las relacionadas con ese cargo. Cree urgente una consulta con criterios de altura y sensatez.

Antes, recuerda Peñaherrera, el vicepresidente tenía una tarea señalada en la Constitución: presidir el Consejo Nacional de Desarrollo (Conade), que elaboraba el plan de desarrollo que el presidente aprobaba. Eso se eliminó en Montecristi.

Esas mismas funciones las cumplió Rosalía Arteaga, binomio de Abdalá Bucaram. Arteaga señala que es inédito en el país que a un vicepresidente le hayan retirado sus funciones y vinculado a un caso de corrupción. Pero para ella lo preocupante es que todos los casos que se están ventilando en este momento explotaron fuera del Ecuador.

Arteaga no cree que a Glas se lo pueda considerar víctima de la Constitución de 2008. “Él ha sido extremadamente poderoso en el país donde no solamente ha sido vicepresidente, sino que tuvo a su cargo todos los sectores estratégicos”, dice.

El expresidente de la otrora Corte Suprema, Gustavo Medina, señala que legalmente la vinculación no le impide seguir siendo vicepresidente. Pero precisa que la asociación ilícita, a la que fue incorporado Glas, es un delito medio no autónomo que puede llevar a cohecho, concusión, enriquecimiento ilícito, lavado de activos.

Glas tiene 30 días para presentar pruebas de descargo a la vinculación al caso Odebrecht. Su abogado, Eduardo Franco Loor, dijo que en los 30 días se demostrará su nula responsabilidad.