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Glas acusa a los medios de tratar de influir en la justicia

El vicepresidente advierte que esas actuaciones podrían implicar un delito. Dice que algunas notas revelan información que está en investigación previa.

Ricardo Rivera, tío del vicepresidente Jorge Glas, a su salida de los laboratorios de Criminalística en el norte de Quito tras asistir a la exhibición del segundo pendrive entregado por Brasil en el caso Odebrecht. El dispositivo es parte de la asistencia

El vicepresidente sin funciones Jorge Glas está molesto. Su malestar lo evidencia una carta difundida por la Vicepresidencia y la Subsecretaría de Comunicación.

En dos páginas Glas, vinculado el 29 de agosto al caso Odebrecht por presunta asociación ilícita que investiga a su tío Ricardo Rivera, al excontralor Carlos Pólit y 15 personas más, critica, se queja y hace advertencias.

Cuestiona notas publicadas por medios públicos y privados y las califica como malintencionadas, tergiversadas y algunas recicladas que asegura, fueron desmentidas en su momento.

Según él, esas actuaciones podrían incluso implicar un delito por parte de los medios, pues algunas notas periodísticas revelan información que está en investigación previa “y que por ningún motivo debió hacerse pública”. Se reserva el inicio de acciones legales.

Glas cita el artículo 180 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) que impone una pena de entre uno y tres años a quien difunda información de circulación restringida.

El segundo mandatario se dice víctima del “cada vez más evidente, concertado y descarnado linchamiento mediático que haya sufrido autoridad alguna”. Responsabiliza a los medios, pero no da nombres.

Opina que los medios, además de ofrecer todos los días un triste espectáculo político, están lejos de ser el ejemplo de honestidad y respeto.

Para él “queda clara su intención política de continuar con el linchamiento mediático sin precedentes” que enfrenta desde hace casi dos años.

Está convencido que detrás de todo eso hay interés de generar presión en las autoridades judiciales, llegando incluso a interferir con el debido proceso garantizado por la Constitución y tratados internacionales de derechos humanos. Todo en medio del escándalo a nivel nacional por las denuncias de exjueces que hablan de la injerencia del Gobierno del que Glas formó parte en las decisiones judiciales.

En su carta saca conclusiones. Asegura que la intención es clara: “Responsabilizarme de las actuaciones no comprobadas de terceros”. Se refiere a su tío Ricardo Rivera, con quien insiste desde 2007 la única relación que tiene es exclusivamente de índole familiar.

Cuestiona a los medios por ser parte de los ataques en su contra, a pesar que muchos de ellos, nacionales, provinciales y locales, le han dado espacio para entrevistas, según difusión de su propio equipo de prensa.

Hay otros como EXPRESO que aún esperan que el vicepresidente señale una fecha para una entrevista.

Rivera dice que lo que tenga el USB no es su responsabilidad

A Ricardo Rivera, tío del vicepresidente Jorge Glas, le indignó la acusación de Alfredo Alcívar, su exhombre de confianza.

“Solo a un delincuente se le puede ocurrir que le entrego mis cuentas y claves de redes sociales y que tengo en las mismas actos de corrupción”, indicó a EXPRESO.

“Cualquier cosa que esté ahí (en el pendrive) es responsabilidad de él porque no manejaba mis cuentas”, señaló y anunció acciones.

Alcívar entregó a la Fiscalía un pendrive con información de celulares y correos que aseguró le pertenecían a Rivera.

Esos elementos evidenciarían una relación entre Glas y Rivera más allá del encuentro anual, según lo dicho por Alcívar.

Rivera dijo a este Diario que rechaza la forma como se obtuvo la información. Su defensor Aníbal Quinde pidió al juez Miguel Jurado que impugne el pedido de la Fiscalía de abrir el dispositivo porque su origen es ilícito e ilegal.

Rivera asegura que con la acción de Alcívar se violaron sus derechos. MCV