Gibraltar, las Malvinas y Escocia, despues del brexit

El referéndum que se realizó en el Reino Unido para decidir si continuaba o no como miembro de la Unión Europea, pese a que la separación ganó por muy poco margen, le ha traído a este país graves problemas. Se empezó porque la primera ministra tuvo que renunciar cuando parecía convertirse en la nueva líder que necesitaba el Partido Conservador. Por otra parte, los estados que conforman el Reino Unido no estuvieron conformes y hasta se llegó a anunciar que podían mantenerse en la Unión Europea, pues iban a perder muchos de los beneficios que para ellos tenían significancia.

Pero resulta que la separación no era automática. Entre los miembros de la Unión Europea existen una serie de compromisos que no podían dejarse a un lado de la noche a la mañana, lo que significaba que la actual primera ministra tiene que ir negociando, día a día, ya que parece que el Reino Unido no pretende, de golpe, romper los lazos que los unían, sino buscar una forma de mantenerse, sin sufrir los efectos de romper con 26 países que en varios años lograron formar un conglomerado de Estados que, sobre la base de la cooperación permanente, se constituyó en la fuerza más importante de Europa.

No todos de acuerdo. Por todos lados están saltándole al Reino Unido problemas que no fueron bien calculados. Por ejemplo, la situación del peñón de Gibraltar, que lo mantiene a toda costa. Ubicado en el extremo suroeste de Europa, su cumbre posee una altitud de 426 m sobre el nivel del mar. El peñón está situado en lo que ellos denominan el “territorio británico de ultramar de Gibraltar”. La propiedad de Gibraltar fue transferida al Reino de Gran Bretaña en 1713 mediante el artículo X del Tratado de Utrecht, tras la Guerra de Sucesión Española. Las disputas en torno a Gibraltar no han parado de crecer entre España y el Reino Unido, y ahora más que nunca desde la celebración del referéndum del pasado junio en el que los británicos votaron a favor del brexit. Como el 95 % de los habitantes de Gibraltar votaron en contra, los españoles consideraron que estaban más cerca de unirse a España, lo que obligó a reaccionar al ministro gibralteño, quien declaró que Gibraltar nunca será española.

Amenazas. Por otra parte, miembros del Partido Conservador británico sugirieron que el Reino Unido “debería ir a la guerra para defender la soberanía británica en Gibraltar si fuera necesario”, en una comparación con el conflicto vivido entre las Fuerzas Armadas británicas y Argentina por el conflicto de las islas Malvinas.

Por supuesto que esta no es la intención de España, pero Gibraltar tiene que constar en las negociaciones del brexit ya que, por ejemplo, el tránsito de los turistas europeos y de los propios españoles que trabajan en Gibraltar tendría que ser parte de un acuerdo especial. Recordemos que ellos no necesitaban visa para ingresar al peñón, siendo parte de la Unión Europea. Ahora todos esos acuerdos de supresión de visa entre los europeos, el transporte de mercaderías y mil asuntos más están siendo motivo de las conversaciones que se realizan en Bruselas y es por ello la justa preocupación que tiene España y solicita un trato muy especial.

Otro detalle importante. ¿Cuál es la ventaja para Argentina por las islas Malvinas? El cuanto al reclamo a Gran Bretaña por las islas, ya estando fuera de la Unión Europea, en algo se facilita la petición que permanentemente hace Argentina en NN. UU. Son pequeños detalles que deben considerarse. Ya las islas Malvinas no son parte de la Unión Europea, ahora solo son parte del Reino Unido, que se está desintegrando por varios lados. La exministra de RR. EE. de Argentina, que sigue colaborando con el régimen, fue durante muchos años alto miembro de la Secretaría General de NN. UU. y tiene la experiencia y el conocimiento necesario para plantear una fórmula de solución en cuanto a las Malvinas.

Por lo pronto, parecería que Escocia quiere seguir perteneciendo a la Unión Europea y prepara un referéndum, como también puede suceder un asunto similar con Irlanda del Norte. Las consecuencias empiezan, pero tienen para largo. El Reino Unido no quería depender de normas, leyes y reglamentos que nacían de la Unión Europea y otras son las ventajas que, aunque no lo quiera reconocer, ha perdido con el brexit.