Imagen referencial. Cumplimiento. La Contraloría determinó, en el informe en mención, que 148 observaciones fueron cumplidas por el IESS.

La gestion del IESS evadio los controles

La Contraloría constató el incumplimiento. El control de medicinas es un pendiente.

Ordenar la casa es una tarea compleja, al menos en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Durante el Gobierno anterior se evidenciaron irregularidades que todavía no son reparadas del todo, pese a las observaciones de la Contraloría General del Estado.

En julio, el ente de control presentó al menos diez anomalías sin solución en el Seguro Social. Todas son parte de un paquete de correctivos que entregó previamente la Contraloría, pero que todavía no tienen respuesta.

Una de las más llamativas es la falta de control en la entrega de medicinas en algunos centros de atención del IESS. En el hospital José Carrasco Arteaga de Cuenca, por ejemplo, no se evidenciaron mecanismos de seguridad, pese a que se detectaron irregularidades desde 2010.

En la casa de salud, afirma el informe DNAI-AI-0464-2018, “no se registró contablemente de manera mensual, los egresos de medicamentos, conforme los despachos a las farmacias y consumos mensuales reportados por el sistema”. No se controló ni vigiló la utilización de producto entre el 1 de enero de 2016 y el 31 de diciembre del año pasado.

EXPRESO consultó con el presidente del Directorio del IESS, Manolo Rodas, sobre las inconsistencias determinadas por Contraloría. Hasta el cierre de esta edición, sin embargo, no hubo una respuesta.

Azuay no fue la única provincia con irregularidades sin corregir. En El Oro, las autoridades provinciales no solicitaron acreditaciones para nueve prestadores médicos privados que contrató el IESS. Los prestadores privados dan soporte a la atención médica de los afiliados al seguro.

Los prestadores de salud operaron “sin documentación vigente” y otorgaron “servicios médicos a afiliados del IESS, sin estar legalmente habilitados”.

El desorden de El Oro se extendió a sus cuentas. En la provincia no se controló la prestación de servicios. Lo dicho provocó que “no se disponga de información para iniciar las gestiones de notificación y recaudación”.

La falta de eficiencia provocó, además, que los cobros se tarden.

Ni siquiera las recomendaciones administrativas se cumplieron. En 2016, la Contraloría detectó que las direcciones provinciales del IESS trabajaban de manera dispersa en los servicios tecnológicos. Por eso recomendó que se implemente un modelo de gobierno de Tecnologías de la Información para que todas las unidades del Instituto de Seguridad Social operen de manera unificada. Las autoridades no obedecieron lo dispuesto.

En Quito también hubo inconsistencias. Las autoridades de centros ambulatorios y hospitales del día no vigilaron el archivo de las casas de salud. El desorden, que fue observado por la Contraloría General del Estado desde 2009, aún se mantenía hasta el año pasado.

La ola de observaciones que se desprenden del último informe sobre el IESS se suma a los documentos emitidos previamente. Dentro del Seguro Social, por ejemplo, todavía no se sabe cuándo se cancelarán los 2.800 millones de dólares que debe el Gobierno a la entidad. Ese valor no consta en el Presupuesto General del Estado de este año. En otras palabras, al menos en 2018, el Instituto no recibirá su dinero.

Para 2019, según autoridades del Gobierno central, se incorporaría parte del pago.

Anomalías

Cobros

La Contraloría General del Estado también revisó las cuentas del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. EXPRESO publicó, el 25 de julio, que todavía quedan préstamos quirografarios que no se han cobrado desde 2008. La actual administración aplicó cambios para recuperar el dinero.

Fideicomisos

El Banco del IESS también tiene fallos en la operación de sus fideicomisos. Al momento, respondieron a este medio las autoridades de la entidad financiera, se aplican alternativas de solución para los fideicomisos Portobelo II, Asturiana, Portal de Granada, Tenencia y Sebastián II.