Existen diferencias entre las generaciones, en su forma de actuar, pensar, expresar sus ideas y en su forma de desempeñarse en el ámbito laboral. Las bases sociales e intelectuales que definen la personalidad de un individuo condicionan su forma de ser en el aspecto profesional. Ceridwyn King y Enrique Murillo realizaron una investigación para la Revista Internacional de Gestión de la Hospitalidad titulada Los efectos de los valores de trabajo generacional en la actitud y el comportamiento de la marca de los empleados: un análisis multigrupo, donde explican que “las personas que crecieron al mismo tiempo tienden a adaptarse a las mismas estructuras de valores comunes, por compartir experiencias formativas similares, en contraste con otras generaciones que crecieron en un momento diferente”. Los millennials de la generación Y, según algunos autores aquellos nacidos entre 1980 y 2000 muestran una diferencia “abismal” con respecto a costumbres y comportamiento de generaciones pasadas. En lo laboral, Patricia K. Kuhl en su investigación sobre la inversión en capital humano expone que se inclinan por el trabajo remoto o desde el hogar; comunicarse y tener reuniones vía telefónica, comunicaciones laborales por teléfono antes que presenciales; reuniones laborales cortas, breves y que aporten soluciones prácticas y rápidas, evitando las limitaciones de la burocracia. El optimismo con el cuentan y la confianza en figuras de autoridad de forma centralizada, muestran brío y entusiasmo; resalta su prestancia a ser colaboradores, buenos para el trabajo en equipo. Muestran seguridad y confianza en sí mismos; valoran el reconocimiento a su esfuerzo como motivación. Son más abiertos a la diversidad y tienen capacidad de resolver problemas desde perspectivas nuevas. Pero pueden ser desleales con sus empleadores, desean gratificación inmediata en el trabajo y se aburren fácilmente; buscan equilibrio entre trabajo y juego, relaciones personales de mayor valor y desean pasar más tiempo con la familia y amigos. Su entrada al campo laboral ha despertado necesidad de cambios adaptativos. Es una generación que rompe paradigmas y esquemas preestablecidos; el reto está en adaptarse a una nueva fuerza que no se deja llevar por apariencias, que busca un trabajo divertido y estimulante sin perder profesionalismo y seriedad; empuja a las empresas a ser creativas y ambiciosas.

Christian J. Moreno Rodríguez