Cuando se cumple una semana del inicio de los patrullajes coordinados entre militares y policías para la lucha contra el crimen llegó a Guayaquil el segundo grupo de uniformados para reforzar el control de armas en los sectores de mayor conflictividad de la urbe.

Los 146 miembros del batallón de Fuerzas Especiales Patria, de Latacunga, arribaron en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana a la base aérea de Guayaquil. Ellos reemplazan a los 150 hombres del Ejército que llegaron hace ocho días a la ciudad para ejecutar el control de armas en el área de responsabilidad del Ejército, que es la extensa zona periférica de la Nueva Prosperina y Pascuales.

La Marina, por su parte, a través del batallón de Infantería Guayaquil, con un promedio de 250 hombres, cubre el centro, sur y suroeste de la ciudad, a través de un cronograma de operativos que se mantiene en reserva hasta minutos antes de que se ejecuten.

En total, unos 600 militares y 417 policías han participado hasta ahora en los patrullajes, que buscan bajar los índices de criminalidad de Guayaquil, que son los más altos del país.

Los nuevos uniformados, que se unirán desde hoy a otro contingente local, salen a las calles con un armamento distinto a los fusiles que son utilizados para las operaciones de seguridad y defensa. Todos, además, usan chalecos antibalas.

Según el comandante de la II División del Ejército, general de brigada Edmundo Salvador, la labor militar estará centrada en el control de armas, municiones y explosivos, bajo la coordinación de la Policía Nacional en los sectores de mayor incidencia delictiva del área urbana.

Ayer, durante el tercer consejo de seguridad ciudadana, se evaluaron los resultados de la primera semana de operaciones en las que también participan vigilantes de la Agencia de Tránsito Municipal (ATM).

Según cifras preliminares, las acciones conjuntas entre las tres entidades dejaron 6 personas detenidas, 7 motos y 2 autos retenidos, 3 armas incautadas y 556 citaciones de tránsito.