Nuestras Fuerzas Armadas

Frente a desviaciones que quieren imponer doctrinas ajenas a la tradición libertaria de nuestras Fuerzas Armadas, es grata la certeza de que no las asumirán’.

En Bolivia, con destino a las Fuerzas Armadas de los países de la Alba, se acaba de inaugurar una escuela de formación militar que, dentro del contexto de las materias propias de lo castrense, es, sobre todo, un centro de formación antiimperialista, entendiendo como el imperio a combatir a los Estados Unidos de Norteamérica. Formalmente, la escuela se declara anticolonialista, antiimperialista y anticapitalista.

En la práctica, se trata de inducir en las FF. AA. de los países de la Alba, la visión ideológica de sus gobernantes que, a buena hora, dados sus matices totalitarios, no es ni remotamente la de los pueblos que transitoriamente gobiernan.

En efecto, pese a las malas experiencias del pasado, donde también fueron instruidas en visiones totalitarias, nuestras Fuerzas Armadas, cabe decirlo con orgullo, especialmente las del Ecuador, han avanzado hacia una visión democrática de su rol institucional, sustentada en un profundo respeto a los derechos humanos de sus conciudadanos, a partir de la plena conciencia de que la unidad nacional, entendida como el propósito de acción en común de todos los actores sociales, es un fundamento clave de la seguridad de la República.

Y así entenderlo cobra especial trascendencia frente a los nuevos factores de riesgo (narcotráfico, terrorismo, delincuencia internacional, por ejemplo), que obligan a revisar comportamientos, aunque sin alterar los elementos que le otorgan identidad a la doctrina nacional de la seguridad, que tal nacional debería ser, sin negar sus contenidos universales.

Por ello, sin ejercer deliberancia, hecho que siempre ha estado restringido en los textos constitucionales para enfatizar en su obediencia, siempre han reclamado su derecho a que se respeten los fueros que la propia Constitución le otorga.

Así, el caso del capitán de corbeta I. M. Edwin Ortega Sevilla, va en vía de convertirse en emblemático.

Sin duda, las FF. AA. ecuatorianas, garantía de soberanía nacional, son también certeza de que permanentemente harán honor a su misión constitucional de “protección de los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos”.

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