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El frio modifica la actividad nocturna

Clima. Una pareja paseaba la noche del miércoles por el malecón del estero Salado con abrigos para el frío.

Guayaquil de mis calores”. Es una frase que se ha vuelto popular con los años por la característica principal de la ciudad. Sus habitantes se han habituado a las altas temperaturas y lo usual es ver a las persona caminando por sus calles agobiadas y sudorosas por el sol.

En los últimos días, sin embargo, esta situación ha cambiado. El cielo pasa nublado, el sol no pega con fuerza y el frío en las noches se hace sentir de una manera intensa para los habitantes de Guayaquil.

“Normalmente en mi cuarto hace mucho calor, no tengo acondicionador de aire, pero con un ventilador me refrescaba. Ahora no me hace falta encenderlo debido al clima fresco”, expresa Richard Mieles, de la ciudadela Sauces Vll, uno de los miles de moradores de esta ciudad que dicen haber sentido el impacto del frío nocturno.

Su comentario coincide con el de Fiama Dumes, quien dice que al no tener que encender el acondicionador de aire, está ahorrando unos dólares en el pago de la planilla de la luz.

“Es bueno que baje la temperatura, ayuda a que el día no sea tan caluroso y facilita realizar diferentes actividades”.

Raúl Mejía, coordinador local del Inamhi (Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología), explica que la baja temperatura se debe a la presencia de la corriente fría de Humboldt en las costas ecuatorianas.

“En estas fechas la baja temperatura en la costa es normal. Son síntomas de buen tiempo. No se descarta algún movimiento brusco, pero en este feriado las personas podrán pasar tranquilas”, añade.

En las noches, los guayaquileños salen a la calle abrigados. Y quienes están en casa, cierran puertas y ventanas para mitigar el frío del exterior.

Para Andrea Andrade, moradora del Guasmo, en el sur de la ciudad, este cambio le representa un problema porque es propensa a gripes y resfriados que afectan su salud.

“Vivo cerca del río, por lo general siempre hace frío, pero ahora me toca dormir con dos calentadores y algunas colchas encima cuando solo lo hacía con un pijama y al aire libre sin cubrirme tanto”, contrasta.

También hay quienes creen que este acontecimiento climático es una ventaja para su desempeño laboral. Es el caso de Kevin Pincay, un chef profesional que asegura que gracias al frío su desempeño ha mejorado, pues con el calor siempre se complica trabajar en un área caliente como es la cocina.

Sin embargo, en la práctica el descenso del termómetro no es tan radical. Incluso en época de calor la mínima suele ser de 24 o 25 grados, frente a los 19 y 20 de octubre y estos días.

Es decir, una temperatura que haría sonreír a los habitantes de la Sierra, acostumbrados al verdadero clima frío.