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Los frentes de batalla enredan la Asamblea

Un árbol de Navidad de cartón piedra, un pesebre gigante, niños vestidos de pastores... Las fiestas se avecinan y los ánimos se relajan.

Correístas. Ya no son Alianza PAIS. Ahora se llaman Revolución Ciudadana y han decidido vender cara la piel del vicepresidente Jorge Glas.

Al día siguiente de la noticia política del siglo (la sentencia de seis años de prisión contra el vicepresidente Jorge Glas), el Pleno de la Asamblea volvió al grado cero de la política. Llevaba desde el 5 de diciembre sin reunirse, por ninguna razón en particular como no fuera la voluntad (o la falta de ella) del presidente José Serrano. Ayer lo hizo, en medio del aburrimiento y el hartazgo de sus miembros, para tratar una agenda hecha de las sobras de sesiones inconclusas, con las cuales Serrano compuso una hermosa colcha de retazos: la declaración de la Amazonía como zona de atención especial, el mantenimiento vial de Santa Elena, la colaboración con Rusia en materia de tributación aduanera... Temas aptos para el lucimiento retórico y el olvido ocuparon al Pleno por espacio de 5 horas.

Mientras tanto, la noticia andaba por los pasillos. Entre los escombros que dejó el bombazo judicial de la víspera, se multiplicaron los frentes de batalla en los que convergen todos contra todos: el Partido Social Cristiano contra el procurador Diego García; CREO contra el superintendente de Comunicación Carlos Ochoa; los correístas contra los jueces que sentenciaron a Jorge Glas; todos los nombrados contra el exsecretario presidencial Eduardo Mangas y, finalmente, la oposición unida contra el vicepresidente, a quien quieren destituir antes de que pierda su cargo por mero calendario, lo cual ocurrirá el próximo 2 de enero.

Mangas sigue saliendo bien librado: José Serrano se lo guardó bajo la mesa. El pedido para que acuda al salón plenario para explicar sus desafortunadas declaraciones filtradas a las redes sociales era el único punto de interés político de la agenda de ayer. Por él esperaron los opositores hasta las dos y media de la tarde. “El presidente es quien maneja la agenda, esperemos que se trate”, se esperanzaba la correísta Gabriela Rivadeneira antes de entrar en la sesión. “Ya negociaron con Mangas, vamos a ver si se atreven”, desconfiaba Ana Galarza (CREO) al otro extremo del mismo pasillo.

Finalmente, con un hábil manejo de los tiempos y del orden de los temas, Serrano supo postergar hasta el límite el tratamiento de este punto y, cuando el Pleno se aprestaba a tratarlo, suspendió la sesión para retomarla “en días posteriores”.

Al procurador se lo quiere comer vivo Henry Cucalón (PSC), por el sospechoso atraso que lo dejó fuera del juicio contra Glas, por participar en los convenios que facilitaron el regreso de Odebrecht, por no haber movido un dedo para obtener una reparación económica de la firma brasileña...

Entre tanto, en rueda de prensa, la bancada de CREO en pleno anunciaba su decisión de llevar a juicio político a Carlos Ochoa. Patricio Donoso, que en la sesión anterior intentó llevarlo al Pleno, y Lourdes Cuesta, que le pidió explicaciones sobre el destino de las multas cobradas a los medios, son las cabezas de lanza de este proceso en el que esperan contar con aliados morenistas, entre los cuales mencionan a Elizabeth Cabezas y Daniel Mendoza.

Y luego está lo de cajón: el correísmo, que ya renunció al nombre de Alianza PAIS y estrenó el membrete de Revolución Ciudadana, está dispuesto a vender cara la piel de Jorge Glas. Carlos Viteri dijo contar ya con el apoyo de 30 asambleístas en este propósito, aunque nadie tiene claro de dónde saca tal cifra.

Todo esto se tramaba, se urdía y negociaba en los pasillos mientras la agenda de José Serrano invitaba al bostezo de los concurrentes al salón del Pleno.

Juicio político

El CAL decide sobre Glas

El Consejo de Administración Legislativa (CAL) decidió, la tarde de ayer, otorgar un plazo máximo de tres días al asambleísta de CREO, Roberto Gómez, para “ampliar, aclarar y corregir la petición de juicio político al vicepresidente Jorge Glas”. Lo informó el presidente de la Asamblea, José Serrano. El CAL se instaló con la presencia de cinco de sus nueve integrantes.