Meta. Forty Dehere (naranja) se quedó con un triunfo cerrado el domingo pasado.

Forty Dehere se hizo un lugar en la historia

La vara estaba muy alta y el deseo de ganar elevaba la adrenalina a todos en Buijo, propietarios, entrenadores, jinetes, mozos de cuadra y la hinchada de cada uno de los ejemplares actuantes.

No se corría un Clásico cualquiera, era más, mucho más que un atractivo “Velocidad” con nueve de las diez celdas ocupadas por los ejemplares más rápidos del momento, era la Carrera que todos quieren ganar.

Esta edición pasará a la historia y los privilegiados asistentes al MSD el domingo tres de julio jamás olvidarán tan hermosa carrera, movida desde el propio arranque con parciales de locura hasta un final de infarto que encuentra a tres ejemplares casi en una línea, separados por tan solo una cabeza, con un ganador que cambia los gritos en los últimos saltos llenando de emoción la tarde.

Pocos, me atrevo a decir ni sus propios allegados, creían en Forty Dehere cuando restaban doscientos metros para el disco, al menos diez cuerpos lo separaban de los punteros, pero el rigor de Daniel Alvarado y el buen uso de la fusta hizo posible el “milagro”, los atropelló abierto, muy abierto, y justo en el salto final cambió los números haciendo suyo un triunfo histórico con una marca de excepción, 1.04. SDP