El actor, muy popular en los años 80 y 90, confiesa que perdió el piso sin darse cuenta.

Fernando Carrillo: “Quizas tenga que ser presidente de Venezuela algun dia”

El galán venezolano, muy popular por sus telenovelas, habló para EXPRESIONES de cómo vive el presente tras haberse replanteado las prioridades en su vida.

Es uno de esos galanes que marcaron la historia de la novela rosa en Latinoamérica y otras partes del mundo. Desde su aparición en 1986 con La dama de rosa hasta la época actual, el venezolano Fernando Carrillo vive en la retina de varias generaciones que crecieron viendo Abigaíl, Primavera, Pasionaria, Rosalinda y María Isabel.

Junto a su exesposa y pareja televisiva Catherine Fulop visitó Ecuador en tres ocasiones. Una de ellas fue en 1989 cuando se llevó a cabo en Guayaquil el Torneo de Celebridades Pancho Segura. Ahora, después de casi tres décadas, el artista que reside en Norteamérica nos visitó para ser parte del certamen Miss Continentes Unidos, cuya elección tuvo lugar el sábado en el Centro de Convenciones. EXPRESIONES compartió un café con el inolvidable profesor Carlos Alfredo de Abigaíl.

La cita fue en un hotel del norte del Puerto Principal. A sus 52 años se mantiene en perfecto estado físico, una madurez que también se refleja en su comportamiento.

“Ahora entiendo mejor las cosas, lo que ocurre en mi entorno, ya no pienso que todo gira alrededor de mí. Al final de la vida, gana el que más ayuda y no el que más acumula”, expresa.

Continúa siendo actor y cantante, pero le da mayor importancia a su labor filantrópica y altruista a través de una fundación que ampara a niños y ancianos de Venezuela y otras partes del planeta. Su sede está en Los Ángeles.

“Hoy ese legado, popularidad, y fama o celebridad de la que hablas la utilizo para ayudar o dar luz en temas que otros no tienen la oportunidad para hacerlo”. Para el público que lo sigue desde hace 30 años, a través de sus producciones que se siguen transmitiendo en diversas partes del mundo, él se tatuó en su nuca la palabra “agradecido”.

Curiosamente, en los inicios de su carrera lo que siempre quiso ser fue cantante, pero explica que las telenovelas que grababa sin parar impidieron ese sueño, que hoy finalmente ve la luz. “Soy un músico atrapado en el cuerpo de un actor”, sostiene.

En su época de colegial siempre participaba en los actos culturales y musicales. Posteriormente se especializó en Los Ángeles como compositor, pero por los motivos ya mencionados su velero ancló en otro puerto.

“Los sueños nunca hay que abandonarlos y tampoco permitir que alguien te diga que no los puedes alcanzar. Me entristece ver a un gran sector de la sociedad inmerso en el odio, la negatividad y la crítica destructiva. Vivir es un reto diario para todos. Yo elegí amar, por eso genero amor y es lo que sale de mí”.

La época de fiestas, juergas y ostentaciones quedó en el pasado, producto de esa atención que captó incluso en continentes tan lejanos como Asia, donde hablar de Fernando Carrillo es referirse a ligas mayores. “Me comparaban con Los Beatles y yo decía que ni siquiera le llegaba al dedo índice o pulgar de Paul McCartney. Fue una locura, te hablo del año 2000.

Dejé un contrato en Televisa por cinco millones de dólares, cinco telenovelas y siete años de exclusividad porque dije que quería irme a Hollwyood. Y sí... perdí el piso sin darme cuenta, pero es parte del aprendizaje que es la vida”. Aquella lección le valió para acercarse a Dios y aprender a ser más humilde.

“Me arrodillo diariamente cinco minutos y el resto del día voy de pie, luchando. A los 24 años solo quería recibir y recibir. Hoy te digo que me interesa más ayudar, regresar, devolver, servir, retribuir y por eso formé el proyecto Ángel Visión. Si cada uno de nosotros aportara con un granito de arena a mejorar la vida del otro, créeme: este mundo sería muy distinto”.

DEBE SABER QUE...

Luego de 18 años alejado de Televisa, regresa a la actuación con el seriado Sin miedo a la verdad, que se estrena el 8 de octubre en el Canal de las Estrellas, a las 21:30.

En paralelo, presentó a esta misma cadena un proyecto que se ‘cocina’ en el que daría vida a un profesor de conservatorio de música. “Ahora sí tengo edad (risas).

En Abigaíl me pintaban las canas. Ahora las canas me las pinto. Siempre me gustaron historias de colegio como Grease y High School Musical y me voy por ahí”.

Entre narconovelas y las del género rosa, prefiere las historias de Cenicienta que siempre enamoraban. “La gente siempre buscaba evadir su realidad ante tanto problema, pero respeto a las otras producciones, lo que no comparto es que se vanaglorie a los bandidos de la trama como en El patrón del mal”.

Le gustaría volver a protagonizar una novela con Thalía, con quien compartió créditos en Rosalinda (1999).

Dice que el gran amor de su vida está por llegar. “Ahora sí estoy preparado para ser un esposo”. Promociona un tema de su autoría que aboga por la inclusión y lleva por nombre Algún día. Lleva un tatuaje en su brazo derecho de una figura que representa a Jesús.

Para mantenerse en forma hace dos horas diarias de ejercicios, no come pan ni consume azúcar.

Respecto a su postura política frente a la realidad venezolana, confiesa: “Mi país volverá a la cima, después de estar tan abajo. Yo sí creí y apoyé un cambio hace 15 años y la mayoría del país lo hizo también, pero nos fallaron. Nunca obtuve un cargo ni ningún beneficio gubernamental”.

La frase: “Para que Venezuela vuelva a ser un exportador de telenovelas y cantantes, quizás tenga que ser presidente de mi país algún día”.

CONÓCELO

Nació el 6 de enero de 1966 en Caracas. El actor de televisión, cantante y filántropo ha participado en varias telenovelas, entre ellas Abigaíl (1988), María Isabel (1997), Rosalinda (1999) y Siempre te amaré (2000). Compartió protagonismo con Thalía, Adela Noriega, Laura Flores y Catherine Fulop.