El feriado no fue bueno para todos

El feriado no fue bueno para todos

Precaución. Con esa palabra se justifica la presencia, no tan masiva, de turistas en los balnearios de las provincias de Esmeraldas y Manabí, en donde hubo cancelaciones de las reservaciones para el feriado de Año Nuevo.

Precaución. Con esa palabra se justifica la presencia, no tan masiva, de turistas en los balnearios de las provincias de Esmeraldas y Manabí, en donde hubo cancelaciones de las reservaciones para el feriado de Año Nuevo.

Hoy se cumplen los primeros dos de los doce días de descanso obligatorio que, para este 2017, estipulan las reformas a la Ley de Servicio Público y al Código del Trabajo, más conocida como la Ley de Feriados, que rige desde el 20 de diciembre pasado.

Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador, cuenta que fue la provincia de Santa Elena la que más turistas recibió en este feriado, pero aún así no se llegó a los niveles de otros años, en parte por la prudencia de las familias que prefirieron quedarse en las ciudades de residencia por el temor a las concentraciones masivas y los temblores.

Un sondeo a los clientes, que cancelaron las reservaciones después del enjambre de sismos en Esmeraldas, les advirtió del temor que aún sienten muchas familias por el terremoto del 16 de abril, sentido en todo el país, pero que afectó mayormente a las provincias de Manabí y Esmeraldas.

Según Muñetón, la ocupación en los hoteles de Salinas que dan al mar fue total, pero no así en los más alejados, en donde estuvo entre el 80 y 90 por ciento.

La realidad fue distinta en los balnearios de la provincia de Manabí, en donde las ocupaciones no sobrepasaron el 80 por ciento.

Andrés Cedeño, propietario de un hostal de Manta, precisó que hasta el viernes las reservaciones estaban en el 70 por ciento y que el sábado llegaron al 80 %. “Empezamos el año con pocos turistas de otras provincias y un sistema de actividad regular. Pensábamos que desde el sábado íbamos a tener más visitantes, pero no aumentó mucho”, dijo.

Más al norte, en la provincia de Esmeraldas, la afluencia turística fue más baja aún. Los hoteles de Atacames, Tonsupa, Súa y Same registraron las mayores cancelaciones. Esta fue menor en el sector de Mompiche, en el límite de Esmeraldas con la provincia de Manabí.

Holbach Muñetón cree que todo se debe a la prudencia con que actuaron las familias ecuatorianas para proteger a sus seres queridos. Por ello, él dice que es necesario delinear nuevas estrategias, pensando siempre en la seguridad de los turistas, incluso frente a los fenómenos naturales como un terremoto, que ha vuelto más cautelosos a los ecuatorianos.

Llegaron más de lo esperado

Los operadores turísticos de los balnearios de Atacames, incluido Tonsupa, están agradecidos con la solidaridad demostrada por los turistas que llegaron, pese a los sismos del mes pasado.

Javier Romero llegó a Atacames desde Carcelén (Quito) con trece familiares. Contó que luego de un diálogo decidieron viajar por dos razones: quieren colaborar con Esmeraldas y porque están enamorados de Atacames.

La Cámara de Turismo de Esmeraldas indica que el número de turistas que llegaron a Atacames fue mayor al esperado.

Sara Moyano, presidenta de la Cámara de Turismo de Atacames, precisa que la ocupación hotelera en este cantón no sobrepasó el 60 %.

Según sus cálculos, llegaron entre 20.000 y 25.000 turistas a Atacames. Mientras que en Tonsupa, ubicado a 5 kilómetro de Atacames y sitio del epicentro del sismo del pasado 19 de diciembre, su playa lució ayer con una aceptable cantidad de bañistas.

Rosmar Véliz, quien llegó de Chone, dijo que solo acudieron para pasar el día para colaborar con la población afectada. Fueron a bañarse, comer y comprar artesanías.

Remigio Preciado, habitante del lugar, agradeció la ayuda.

Playas estuvo repleto de turistas

Miles llegaron a los balnearios de General Villamil desde el viernes. “Se copó toda la plaza hotelera”, dijo la presidenta de la Cámara de Turismo, Esperanza López. En el malecón, unos 2.000 vehículos estuvieron parqueados. La gran afluencia de bañistas congestionó las vías y dificultó la circulación.

Muchos fueron a la playa, pero pocos se quedaron a dormir

El miedo a los temblores hizo que los turistas no pernocten en los balnearios del centro y norte de la provincia de Manabí. Muchos llegaron a la media mañana, de cantones cercanos, y se fueron antes de iniciar la noche. Los comerciantes esperan que esto se repita hoy, cuando cierra el primer feriado de 2017, con el que se abrió la temporada playera.

En Quito no hubo actividad

Tras los festejos de fin de año que llenaron calles y avenidas de la ciudad, estas lucieron desoladas. No hubo negocios abiertos y pocos vehículos circularon. Algunos parques y balnearios recibieron a familias quiteñas que decidieron permanecer en la capital durante el feriado.