Fe. El templo donde descansan los restos de la santa, en Nobol, es visitado por devotos que hacen peticiones.

Feligreses recordaron a santa Narcisa de Jesus

Con misas en diferentes horarios y otros actos litúrgicos recordaron ayer los ocho años de canonización de Narcisa de Jesús Martillo Morán.

Con misas en diferentes horarios y otros actos litúrgicos recordaron ayer los ocho años de canonización de Narcisa de Jesús Martillo Morán.

Feligreses de diferentes provincias del país arribaron al cantón guayasense Nobol para participar de este acto y darle gracias a la sierva de Dios por recordarse un año más de la elevación a su santidad.

El santuario donde reposan los restos de ‘Narcisita’, como la llaman sus miles de devotos, que está ubicado en el centro del cantón, así como la hacienda San José, donde nació la doncella noboleña, fueron los lugares más visitados por los feligreses que llegaron desde Guaranda, Ibarra, Quito, Ambato, Latacunga, Baños, Babahoyo y otros sectores del país.

El guayaquileño Juan Guingla Guamán, de 48 años, quien hace tres dejó las filas de la Policía Nacional, expresó que durante los 21 años que laboró en esta institución Santa Narcisa de Jesús lo protegió en su salud y en su trabajo, y sigue bendiciendo a su familia. “Narcisita es muy milagrosa, por eso hemos venido a darle gracias porque se recuerdan ocho años de su elevación a los altares, ella es muy milagrosa y nunca nos deja”, comentó.

Lidia Quintana Pérez, de 86 años, con una sonrisa espontánea caminando por los pasillos del santuario de Nobol, comentó que desde hace medio siglo es devota de Narcisita de Jesús. “Mis seis hijos y yo somos devotos porque siempre nos ha cuidado, solo hay que pedirle con fe para que nuestra santa nos escuche”, enfatizó la adulta mayor guayaquileña, mientras lavaba su rostro en una de las llaves de la fuente que posee el agua bendita.

Mientras desde la ciudad de Ibarra, provincia de Imbabura, Miguel Valencia Gingla, de 63 años, viajó por más de 10 horas para estar presente en la misa de acción de gracias por recordarse un año más de su santa patrona.

“Narcisa me ha dado la vida porque paso por una enfermedad de diabetes, pero sé que me va a curar, ella es muy milagrosa y escucha nuestras oraciones”, dijo el hombre.

Monseñor Plácido Muñoz Macías, quien a las 14:00 arribó al santuario de Santa Narcisa, recordó que hace varios años, cuando era rector de esta iglesia, construyó este templo que hoy acoge a miles de feligreses de todo el país y entre sus palabras de fe dejó un mensaje: “Tratemos siempre de imitar a Narcisa con su mensaje de amor y unidad que siempre debemos mantener”.