Limpieza. Varios empleados limpiaron los escenarios para esta visita.

Fedeguayas se cura las heridas

Pendientes. Aunque Fedeguayas mostró estos escenarios, hay al menos siete más por recorrer dentro y fuera de Guayaquil.

Un megáfono en su mano, gorra blanca de Fedeguayas, jean a la cintura y zapatos deportivos. Así lució ayer la presidenta de la Federación Deportiva del Guayas, Pierina Correa, quien se convirtió en la ‘guía turística’ del recorrido por cinco escenarios que pertenecen a su ente junto a medios de comunicación. La idea era desmentir que sus escenarios se encuentran en desidia. Sin embargo, la pista Víctor Emilio Estrada y la Jacobo Bucaram Elmalhin (que EXPRESO reportó) continúan en estado de emergencia.

Un viaje de casi 5 horas en las que la ironía bailó de inicio a fin con esta frase: “¿Se está cayendo a pedazos?” La tendencia de los recorridos fue observar las edificaciones (salvo el Monstruo Naranja) que gozan de salud. Los deportistas utilizando los recursos de cada complejo dibujaban esa imagen feliz que Fedeguayas pretendía mostrar, además de un vídeo institucional que fue reproducido en incontables ocasiones, en el que sus atletas promulgaban esta frase: “El deporte no es política”.

El recorrido inició en el Complejo Náutico Garay Vallarino, donde fue evidente la reciente mano de pintura en unos lugares. No obstante, en otros rincones, no tan fácil de percibir, no lucía igual.

La pista Víctor Emilio Estrada no contaba con autos del ente, como sí ocurrió en el reportaje que publicó este Diario días atrás. “Los carritos que me preguntan acá, solo dos días estaban allí, por una asamblea”, dijo Correa. Sin embargo, la pista de salto alto, en este mismo perímetro, estaba en pésimas condiciones. Fedeguayas respondió que estaría arreglada la próxima semana.

El escenario siguiente fue el Complejo Cuatro Mosqueteros, al sur de la ciudad. En ese lugar, los nadadores especializados en saltos eran una alegoría al discurso de Pierina Correa, quien mantenía: “Dicen que nuestros escenarios están abandonados, pero somos campeones nacionales”. Una de las piscinas debía recibir trabajos en los azulejos y en la contigua (que resultó muy afectada por el terremoto) ya había trabajadores encargándose de los problemas.

Siguiente parada: Yeyo Úraga, estadio de béisbol y patrimonio de Guayaquil. Figura repetida: pintura impecable, y en el diamante, todas las líneas pintadas a la perfección. Al ver tanto esplendor, era inevitable preguntar por qué no hay acción en este bellísimo estadio: Correa argumentó que se debe a las “diferencias que hay con la Federación Ecuatoriana de Béisbol”.

Cerrado ese capítulo, esperaba el complejo del estadio Modelo Alberto Spencer. Coincidentemente, en este recinto había competencias disputándose y la deportividad florecía. En los escenarios aledaños no había mucho que cuestionar. La presidenta hasta se aventuró con unos pasos de baile al salir del coliseo de gimnasia, pero dentro del Modelo la pista atlética seguía reflejando ese deterioro que fue denunciado. “A finales de este año vamos a empezar a trabajarla”, explicó Rosa Rada, administradora.

El Coliseo Voltaire Paladines Polo muestra su antigüedad en cada metro de edificación, pero lo lamentable fue observar la falta de sillas en la planta alta. “Es que en eventos la gente se emociona y no es que se las llevan, se rompen”, dijo Correa. Al menos faltaba un 25 % de las sillas. El público es bastante frenético.

El último punto fue el Complejo Francisco Jiménez Buendía (Miraflores). El velódromo lucía en buenas condiciones; el patinódromo, que recién tuvo el revestimiento de la pista que costó 52 mil dólares, se veía bien. Pero los acrílicos laterales no estaban completos, a lo que Rada y Correa explicaron que se rompen con facilidad y los cambian constantemente. Las canchas de tenis de cemento estaban decoloradas y sus sillas, rotas. En una de las tres canchas de arcilla crecían plantas.

Al final, Fedeguayas se despidió de su recorrido entre aplausos y sonrisas de sus representantes en una rueda de prensa. “Estos reportajes nos han servido para que Guayas suene en todo el país. Nos han hecho un favor. Nosotros somos la cuna de campeones del Ecuador”, cerró Rada.

Lo positivo es que, al menos ayer, los escenarios deportivos mostraron una cara que meses atrás no reflejaban. Pero todavía quedan pendientes.