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Una familia guayaquilena elegida para cantarle al Papa

La música de los Mori-Cedeño fue elegida entre más de 400 propuestas. El show sería en la Jornada Mundial de la Juventud. No tienen fondos para el viaje.

Verónica Cedeño desconfiaba de su esposo. La supuesta conversión que había experimentado Pablo Mori, tras un retiro espiritual, la llevaban a pensar que estaba siendo engañada. El tiempo transcurría y Mori mostraba signos cada vez más diferentes. “Yo lo estaba viendo y todavía no le creía”, reseña. Pero, un día motivada principalmente por la curiosidad, ella también quiso participar.

Desde entonces, la familia Mori-Cedeño trata de forjar un ambiente liderado por valores cristianos para sus pequeños. Para María Paula, la hija mayor, que la familia se concentre en Dios era lo que necesitaban. “Ella, al igual que mi papá, empezó a sonreír más. Como él era amargado, yo también era amargada. Luego de la conversión, no entendía qué pasó con el padre que ni jugaba con nosotros”.

Aunque los Mori pertenecían ya a un grupo religioso, Pablo quería más. Amante de la música y descendiente de una familia con predisposición a ella, decidió que usarían ese lenguaje para evangelizar. Así nació su ministerio familiar.

Pero antes de la creación, María Paula ya participaba cantando con el papá en presentaciones y siempre mostraba aptitudes para la música, como aquella vez en la que aprendió flauta solo viendo tocar a sus compañeras durante el recreo. No obstante, fueron Ian, el hijo menor que canta desde los tres años, y Verónica, la esposa, los últimos en adherirse al conjunto musical.

Con casi sesenta composiciones inéditas y motivado porque su música empezó a sonar internacionalmente, Pablo decidió postular para interpretar sus canciones durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se llevará a cabo en Panamá desde el 22 hasta el 27 de enero del 2019. “Vi en la JMJ una gran oportunidad de llevar el mensaje que Dios nos ha pedido dar como familia, más aún teniendo una adolescente y un niño que tienen el don de alabarlo”. Meses después y compitiendo con más de 400 propuestas a nivel mundial, la de ellos figuró entre las elegidas.

La emoción los embargó, pero también las dudas. Conseguir los fondos para solventar el viaje es el principal obstáculo para esta familia guayaquileña, puesto que aunque consideran ‘un megáfono’ la oportunidad de evangelizar frente al Papa, han decidido que solo viajarán si consiguen cubrir los gastos que los cuatro demandan.

Mientras esperan la solidaridad de otros católicos, Pablo, Verónica, Ian y María Paula continúan trabajando en la evangelización, ensayando canciones en honor a Dios y a la Virgen María, y cantando en parroquias o en eventos benéficos. Después de todo, para esta familia, que asegura haber cambiado tras sentir el llamado divino hace siete años, la prioridad es ser ejemplo de amor y unión que no se limite a la comunidad religiosa, sino que, mediante un estilo pop rock lograr llamar la atención de aquellos que aún no conocen la vida con Dios.

Segunda vez

También cantaron para el Sumo Pontífice durante su visita a Ecuador. En aquella ocasión era la presentación debut de Verónica Cedeño, la madre de la familia.

Ayuda para costear la travesía

La familia ha llevado a cabo diversas actividades para reunir los fondos, pero solo han logrado cubrir los gastos de uno. No obstante, frente a la proximidad del evento hacen su solicitud a empresas u otras instituciones para conseguir los aproximadamente 6.000 dólares que demanda el viaje, incluido pasajes, hospedaje y alimentación.