Construcción. La edificación de la planta de Las Esclusas inició en enero de este año.

Falla el control de aguas servidas que van al rio

Tres reportes del estado de las plantas de tratamiento se encuentran en el sitio web del Banco Mundial.

Es vox populi que las aguas del río Guayas están contaminadas. Lo han dicho investigadores, los consorcios, las industrias y hasta el propio Cabildo. Los químicos vertidos por las empresas y las aguas negras de quienes viven en sus orillas han sido declaradas culpables. Sin embargo, hay otro elemento contaminante del que poco o nada se ha hablado; las aguas servidas mal tratadas de la propia ciudad.

Un informe del Banco Mundial que conoció EXPRESO, asevera que solo el 20 % de estas son procesadas correctamente antes de ir al afluente.

La captación del líquido para el agua potable de la urbe se lleva a cabo en el río Daule, a 26 kilómetros de la ciudad. Pero de su afluencia, sumada a la del Babahoyo, nace el Guayas.

El análisis fue realizado como parte del proceso para que la entidad crediticia aprobara el préstamo pedido por el Municipio porteño y que era necesario para financiar la estación de tratamiento que se construye en Las Esclusas.

Este determinó que las plantas donde actualmente se procesa la mayor parte de las aguas negras de Guayaquil, las estaciones de Progreso, La Pradera y el emisario subfluvial del Guasmo, no cumplen con la Norma de Calidad Ambiental y de Descarga de Efluentes del Ecuador y superan con creces el índice de concentración de contaminantes.

“La Norma Nacional establece los límites de Demanda Bioquímica de Oxígeno (grado de contaminación orgánica del agua) en 100 miligramos por litro; y de Sólidos Suspendidos Totales (factor asociado a la turbiedad del agua) en 100 miligramos por litro... Los niveles de agua residual descargada en el Guasmo son de 156 para Demanda Bioquímica de Oxígeno y de 130 Sólidos Suspendidos Totales durante la estación seca. Este problema es menor en La Pradera, debido a la alta dilución del agua que llega ahí tras la infiltración con el agua del sistema de alcantarillado”, detalla el informe.

Esto difiere en gran medida con lo que la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapag) publica en su página web. En ella establece que “debido al gran efecto de dilución y autodepuración del río Guayas (caudal medio varía entre 500 a 2.200 m3/s en épocas seca y lluviosa), las descargas de aguas residuales no degradan los niveles de oxígeno disuelto en el río. El mayor efecto de las descargas de aguas negras crudas en los ríos Daule y Guayas es el aspecto estético y bacteriológico...”.

Adicionalmente, el estudio del Banco Mundial determina que la estación de tratamiento de La Pradera trabaja con un sistema de desinfección para las aguas negras que está fuera de servicio.

El informe no especifica si la situación afecta directamente la captación de agua potable en el río Daule.

Entre las recomendaciones que sí plantea, no obstante, está el cierre de la pre-estación de La Pradera y su reemplazo por una estación de bombeo nueva y una tubería que dirigirá su carga a Las Esclusas.

A más de eso, también señala que, en el subsistema del Guasmo, se requerirá tratamiento secundario para bajar las concentraciones contaminantes a niveles permitidos por las normas ambientales vigentes del país.

Al analizar la situación, en un anexo de este documento, la institución detalla que Emapag ha recibido dos moratorias relacionadas con las condiciones de las aguas residuales que vierte en el Guayas. “Se planteó determinar un calendario de plazos para ir cumpliendo con los estándares ambientales para la descarga que incluía un sistema preliminar de tratamiento, pero la opción se descartó debido a que Emapag ya ha recibido dos moratorias para cumplir con las condiciones (1999 y 2005) y porque puede plantear ciertas cuestiones políticas” subraya.

El convenio entre la entidad crediticia y la ciudad también otorga un préstamo de $ 37 millones al Cabildo para la conexión de 30.000 predios al sistema público de alcantarillado sanitario en los sectores del Suburbio Oeste (a la altura de la cuenca del barrio La Chala), Guasmo y la Isla Trinitaria, que echan sus aguas servidas directamente al río.

El Guayas, además de ser receptor de agua, es también una fuente de trabajo. Según datos del Instituto Nacional de Pesca, aún son miles de familias las que recurren a la pesca artesanal en este afluente.

Este Diario envió el lunes un cuestionario a Emapag solicitando su versión sobre lo detallado por el Banco Mundial. La entidad ofreció responder, pero hasta el cierre de esta edición no se recibió su pronunciamiento.

El 100 % del tratamiento de las aguas del sur, una meta para 2045

La planta de Las Esclusas estará lista en un plazo máximo de tres años, pero el 100 % de las aguas residuales del sur de la ciudad recién se tratarán ahí en 2045.

Al menos esa es la meta, y una que dependerá de que la totalidad de las viviendas del sector se conecten al sistema de alcantarillado y dejen de descargar sus aguas negras en el río.

La firma del convenio entre el Banco Mundial y el Cabildo se llevó a cabo en octubre del año pasado por un monto de $ 102,5 millones, pagable a treinta y cinco años.

Ese día, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, indicó que esta obra era la más importante en edificarse en el Puerto Principal.

“Sin duda, la contratación de esta obra, en materia de cuidado de la salud, de prevención de la salud, y de respeto y cuidado del medio ambiente, es la obra más importante que se ha contratado en la historia de Guayaquil”. El burgomaestre luego reiteró la importancia para el Cabildo por cuidar el medio ambiente. La labor de construcción inició en enero de 2017.

La estación, según el informe consultado, contempla varios métodos para reducir los índices de contaminación. Primero, las aguas de la estación Guasmo H y las de La Pradera, se mezclarán a través del sistema ‘CEPT’ proceso que ayuda a remover sólidos y materia orgánica. Esto garantizará que los porcentajes de Demanda Bioquímica de Oxígeno disminuya en un 75 % y de Sólidos Suspendidos Totales en 90 %.

Como parte de su estrategia ambiental, el Municipio tiene previsto la construcción de otras plantas de tratamiento; la de Los Merinos que tratará el agua del oeste y noroeste y la de Pantano Seco que abrió sus puertas en abril.