El creativo indicó que en su afán de inclusión, para la nueva temporada de Cuatro Cuartos, introdujo un personaje transgénero.

Fabrizio Aveiga: “Quiero que la gente sienta cosas con mis historias”

Para el Jefe del Departamento de Guiones de TC su prioridad es tocar temas sociales.

Lleva 20 años creando historias para teatro y televisión, y es de esos talentos anónimos que vale la pena que salgan a la luz, pues su aporte a la industria del entretenimiento es innegable.

Fabrizio Aveiga, quien escribe desde adolescente, es la mente de Cuatro cuartos, el seriado de TC que va por su segunda temporada, y en el que ha incluido a un personaje transgénero interpretado por Doménica Menessini.

Pero si hacemos un repaso a su trayectoria, sabremos que empezó con Ni en vivo ni en directo y Vivos pero no revueltos, con el grupo conformado por David Reinoso, Flor María Palomeque y Jorge Toledo.

Su primera telenovela fue Jocelito, con Fernando Villarroel, y en los últimos años seriados como Los hijos de don Juan, Me enamoré de una pelucona, Max y los whatevers y Secretarias salieron de su ingenio. En el género stand up debutó con Francisco Pinoargotti.

En el microteatro sensorial incursionó el año pasado con 7.8, posteriormente plasmó cinco historias de La era del sexo. Su gusto por este género continuó con Final feliz, Tu madre, Que canten los niños y lo más reciente Papito 2078, una denuncia al abuso de la tecnología.

“Me especialicé en comedias pero siempre me interesó abarcar temas sociales como la homosexualidad, la discriminación, el acoso, el machismo, las capacidades especiales, ahora en esta nueva temporada de Cuatro cuartos con mi equipo mostramos historias a través de personajes que reflejan la realidad de la vida. Eso es lo que me hace feliz, crear conciencia y lograr que la gente sienta cosas”.

La frase

“Sin un guion nada se mueve y nada existe, falta que en los canales se reconozca la autoría, que den regalías por cada reprisse. Debe haber una consideración para los que creamos desde una hoja en blanco. No somos preparadores de sánduches, creamos historias, pero no se valora nuestra profesión”.