
Una fabrica de humo
El proyecto era magnífico. El consorcio HP Inc invertiría en la construcción de la fábrica, que se ubicaría en 400 hectáreas del parque industrial de Yachay.
Era el contrato más grande de la historia del Ecuador; una inversión privada de 3.000 millones en una megafábrica de autos eléctricos que se afincaría en la Ciudad del Conocimiento y generaría cinco mil empleos directos y doce mil empleos indirectos. Un sueño.
El convenio se firmó entre bombos y platillos. Era 14 de febrero de 2017, plena campaña electoral, cuando René Ramírez, entonces secretario nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, Silvana Vallejo, exdirectora ejecutiva de ProEcuador y los propietarios de la flamante empresa Red Tech NikteslaCORP Cia. Ltda se encontraron para suscribir el contrato.
El proyecto era magnífico. El consorcio HP Inc invertiría en la construcción de la fábrica, que se ubicaría en 400 hectáreas del parque industrial de Yachay. Red Tech, creadora del proyecto, compartiría tecnología con Tesla, empresa líder en vehículos eléctricos.
Las partes provendrían de compañías ecuatorianas calificadas.
El anuncio conmocionó a la industria automotriz, que veía a lo lejos una inyección económica que aseguraría su futuro. Tanto así que, al enterarse, el empresario quiteño Juan Anchaluisa, dedicado a la fabricación de autopartes, indagó sobre estos novedosos vehículos.
“Empezamos a investigar un poco sobre los prototipos para saber qué tipo de partes necesitarían y ver si podíamos fabricarlos y a qué costos”, comentó.
Pero el panorama se despintó a velocidad luz. Dos días tras la firma del convenio, Tesla aseguró no tener vínculos con el proyecto. Al día siguiente le siguió HP Inc.
Para el 18 de febrero, la empresa había publicado en sus redes sociales un comunicado: “Red Tech Ecuador expresa que no existe una inversión financiera de HP en este proyecto” .
En cuanto a la participación con Tesla, Raúl Molina Mantilla, presidente de Red Tech, aclaró que lo que se usarían eran las patentes de la multinacional, que son de libre acceso.
Pese a los supuestos malentendidos y que este remarcó como “malintencionadas declaraciones”, la compañía continuó con su propósito de establecer la fábrica y detalló los próximos pasos, entre ellos el arribo de una comitiva de ingenieros a Yachay y una ronda de negocios con industrias nacionales para adquirir proveedores.
Si estas se dieron o no es un misterio, pero los industriales lo dudan, pues pese a su manifiesto interés, no hubo un acercamiento de la empresa. Este detalle lo corroboró la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador, a través de su presidente, David Molina.
Alberto Rojas, empresario del mismo sector, también quedó en ascuas. “Supimos del tema con mucho interés, pero no hubo acercamientos con miembros del sector automotriz, por lo menos no hasta donde yo sé”, afirmó.
Al iniciar su gestión, Jorge Martínez, actual gerente general de la Empresa Pública Yachay, tampoco encontró rastro de Red Tech ni del espacio que la empresa debía tener en la Incubadora de Negocio de Yachay, donde iban a fabricar el primer prototipo.
“Eso no existe...Creo que es otra de esas ideas fantasiosas con las cuales se montaron cosas en Yachay”, declaró en una entrevista.
Tampoco encontró rastro de los $ 55 en inversiones privadas que la administración anterior había anunciado.
De Red Tech queda su página web y un perfil en Facebook que no ha sido actualizado desde el 16 de marzo.
El gerente general de la compañía, Justin Perry, quien había dicho que solo en el primer año estimaba una inversión de $ 25 millones “para estudios y la preparación de los primeros prototipos”, dejó la empresa en mayo y hoy lidera otro proyecto en Quito.
En busca de respuestas, este Diario se comunicó con Raúl Molina, para discutir lo acontecido así como los avances logrados y el futuro del proyecto.
Desafortunadamente, tras una entrevista de cuarenta minutos, el empresario, quien reside en el extranjero, solicitó la revisión previa de este artículo e indicó que EXPRESO no estaba “autorizado a publicar nada sin nuestro consentimiento (suyo y de su abogado)”, por lo que sus respuestas no podrán ser reproducidas.
Un examen especial está en proceso
La Contraloría General del Estado está próxima a iniciar un examen especial a la Empresa Pública Yachay y a la universidad Yachay Tech. El pedido, que vino de la propia Ciudad del Conocimiento, solicitó que se analicen los procesos de contratación y uso del presupuesto y créditos de los periodos que abarcan de 2013 a 2017. Entre lo que se deberá analizar está el contrato con la empresa china Gezhouba Group Company, que, según la entidad, edificó inmuebles sin construir alcantarillado y más.