Opuestos. Mientras Brayan Angulo, Ayrton Preciado y Hólger Matamoros, de Emelec, celebran; a la derecha Luis Cangá y Jonathan Gonzales, de Liga de Quito, muestran su decepción por el resultado, ayer en la capital.

Explosion azul en la Casa Blanca

El Emelec perdía 2-0 en los primeros nueve minutos, pero no bajó los brazos y al final logró un triunfo histórico ante Liga de Quito.

Remontada memorable. Los eléctricos dieron ayer una cátedra de cómo jugar de visitantes y quedaron a un paso de ganar la segunda etapa y pasar a disputar el título del campeonato ecuatoriano de fútbol del 2017.

Los millonarios necesitan el fin de semana vencer de locales al Guayaquil City parar ser finalistas. Faltan dos fechas.

El Emelec perdía 2-0 en los primeros nueve minutos, pero no bajó los brazos y al final logró un triunfo histórico ante Liga de Quito.

El grito de “ole, ole, ole...” de la parcialidad del Bombillo se escuchó con fuerza en el estadio Rodrigo Paz Delgado.

La euforia de los 6.000 seguidores azules que llegaron al escenario de Ponciano, era no solo porque con la victoria se acercaban más al objetivo que es llevarse la etapa, sino que además volvieron a festejar en el reducto de Liga quiteña, luego de cuatro años.

Cuando el árbitro Daniel Salazar dio por finalizado el partido, se dio una explosión azul en la Casa Blanca.

El Emelec tuvo dos virtudes principales: solidez anímica y contundencia.

A parte de los dos goles que recibió, los millonarios parecían locales y dominaron casi todo el encuentro. Por los costados encontraron vía libre con Juan Carlos Paredes, Robert Burbano, Ayrton Preciado y Hólger Matamoros.

Adelante, Brayan Angulo fue una verdadera pesadilla para los lentos zagueros centrales de Liga capitalina, Luis Cangá y el brasileño Lucas de Lima.

De no ser por el guardameta Daniel Viteri, la humillación para los universitarios pudo ser más grande.

La dirigencia e hinchada del equipo albo se marcharon muy molestos. “Es un fracaso que nos ha costado mucho”, dijo el directivo Esteban Paz.

Liga manejó uno de los presupuestos más altos.