Antecedente. La Catedral fue uno de los inmuebles que más daños sufrió luego del terremoto del 16 de abril, sin embargo sigue sin repararse.

Expertos: prevencion no es solo simulacros

225 profesionales laboran en la Dirección de Riesgos para hacer evaluaciones a edificaciones.

Después de varios sismos fuertes que acaba de vivir Guayaquil, la Dirección de Riesgos del Municipio únicamente ha hecho ocho inspecciones a edificaciones en toda la ciudad, pues no hubo más reportes de daños.

Una lección que aprender. Las autoridades no deben trabajar sobre el desastre ya ocurrido, sino en torno a la prevención, así lo resumen expertos internacionales que EXPRESO tuvo la oportunidad de entrevistar ayer, en el marco de la XVI reunión anual del Grupo Regional de Insarag, una red mundial de más de 80 países y organizaciones, liderada por las Naciones Unidas, que se encarga de establecer metodologías para la coordinación de respuestas ante terremotos.

Tras analizar la situación de la urbe, Samuel Gutiérrez, director de la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Riesgos de México, habla desde su experiencia. Su país cambió la regulación de las construcciones hace años. “Eso nos ayudó a que en el último sismo que tuvimos las estructuras colapsadas hayan sido pocas y muy localizadas”.

Guayaquil creó una ordenanza el año pasado, luego del devastador terremoto, que apunta a vigilar las nuevas construcciones. ¿Pero qué ocurre con las que ya existen? Las inspecciones a estas estructuras, recomienda este experto, deben ser permanentes.

Allá en México se tienen identificados los puntos vulnerables y se realiza un seguimiento exhaustivo. José Miguel Rubio, director de Urbanismo del Municipio, explica que aquí en Guayaquil también se ha realizado un seguimiento de las edificaciones afectadas. Hay un listado de las estructuras que presentaron algún daño. “Ese es el inventario que tenemos de referencia”.

Rubio se refiere a las más de 240 edificaciones que fueron evaluadas tras el terremoto de abril de 2016, según confirmó el jefe de la Dirección de Riesgos del Cabildo, Juan Ramírez, algunas de las cuales, incluso, ya se derrumbaron.

A otras se les hicieron inspecciones para verificar que arreglaron los daños. Y otras, simplemente, no constaban en la lista antes de los sismos, como las viviendas de la 29 y Rosendo Avilés, que está por perder su parte frontal, y la de Diez de Agosto y la Séptima, que ya perdió una pared.

El director de Riesgos asegura que en la sala situacional del cantón Guayaquil se hacen monitoreos todos los días y a toda hora. Atendemos emergencias y denuncias a través de redes, medios, cámaras y tenemos evaluadores de edificaciones para las inspecciones.

Pero aquello, señalan los expertos, no basta. Las normas de construcción tienen que estar entre las primeras medidas de prevención de un país, asegura Raúl Bustos Zabala, secretario nacional de Bomberos de Chile, un país con larga experiencia sísmica.

No se trata de responder ante el edificio afectado, sino de prevenir que el sismo lo afecte, resume este perito. “En Chile hay una norma que viene de otros terremotos que nos devastaron. En el de 8,3, que sufrió el país el 27 de febrero de 2010, ya vimos buenos resultados, con muy pocas construcciones afectadas. Y más bien fue el tsunami el que dejó más de 500 muertos”.

Guayaquil, aconseja, no debe actuar por los sismos que tiene hoy, debe implementar una política de prevención, que es una política nacional. “No solo se trata de simulacros. Hay que mapear lugares vulnerables y reducir allí los riesgos”.

Lo más preocupante, afirma Felipe Bazán, máster en Gestión de Riesgos, es que el problema no solo es Guayaquil. “En Manabí se sigue construyendo sin control, con arena y agua salada. Los municipios no tienen la capacidad de contratar a profesionales que evalúen edificaciones. Hay que notar que la responsabilidad es compartida”. Para él, es inconcebible que haya municipios que todavía no tienen una unidad de riesgos. “El terremoto no mata, matan las malas construcciones”, reflexiona.

La Secretaría de Riesgos no invitó al Municipio

Más de 18 países se dieron cita ayer en la XVI reunión anual del Grupo Regional de Insarag, que establece y coordina metodologías y ejes de acción ante desastres sísmicos.

La cita, llevada a cabo en uno de los salones de un hotel del norte, la lideró la Secretaría de Gestión de Riesgos.

El evento, que se extenderá hasta mañana, tiene como objetivo la elaboración y aprobación del Plan de Trabajo Regional 2018, que fortalecerá los mecanismos para una adecuada y oportuna respuesta para cada uno de sus territorios ante eventos peligrosos o desastres.

De allí que haya sorprendido la ausencia de la Dirección de Riesgos del Municipio.

“No fui invitado”, justificó el ingeniero Juan Ramírez, jefe de ese departamento del Cabildo. Sí asistieron, en cambio, varios miembros de los Cuerpos de Bomberos, incluido el de Guayaquil, que envió al jefe de la División de Rescate Jorge Montanero.

En la mesa de anfitriones estuvieron el gobernador del Guayas, José Francisco Cevallos, la secretaria de Gestión de Riesgos, Alexandra Ocles; Arnaud Peral, coordinador Residente de Naciones Unidas para Ecuador; Manuel Bessler, presidente Global de Insarag, y Jesper Lund, secretario de esa entidad.