Expandir frente a acotar

Expandir frente a acotar

Sin coincidencias. Salvo la Supercom, que asegura en su sentencia contra EXPRESO que la información intercultural “no puede confundirse” con informaciones “netamente políticas o de otra índole”, los escritores, catedráticos, académicos y especialistas

Sin coincidencias. Salvo la Supercom, que asegura en su sentencia contra EXPRESO que la información intercultural “no puede confundirse” con informaciones “netamente políticas o de otra índole”, los escritores, catedráticos, académicos y especialistas consultados por este Diario prefieren ver la cosmovisión y la interculturalidad sin límites.

Para todos resulta absurdo pensar lo contrario. Y van más allá. Luis Carlos Mussó, una de las voces autorizadas de la poesía guayaquileña, consideró como “grave” que la interculturalidad sea limitada y definida por una estructura de poder y la tidó de “una intimidación innecesaria a la ciudadanía”, pues a criterio del autor, si los medios se limitan en estas informaciones, “la ciudadanía pierde”.

Precisamente, la innovadora concepción que la Supercom expresa sobre la cosmovisión de los pueblos y nacionalidades, es uno de los absurdos que Melvin Hoyos encuentra en el debate. El historiador y director del Museo Municipal de Guayaquil se dice preocupado “porque los planteamientos de la Supercom sean inamovibles porque al ser completamente imperfectos, las posibilidades de las etnias no van a pasar más allá de lo que la Supercom define”.

El absurdo de citar límites a la interculturalidad y ánimos a la cosmovisión en la misma oración es poco comprensible para la catedrática Silvia Aguirre, quien se encarga de impartir Comunicación Intercultural en la Universidad Ecotec.

Aguirre considera que el argumento de la Supercom “no integra, no es interculturalidad” y defiende estos contenidos si retratan, por ejemplo, “cómo piensan sobre cualquier tema, desde su propia realidad”, argumenta la docente que, prácticamente, cita de memoria los artículos de la ley.

El historiador Ángel Emilio Hidalgo, quien en principio valora como “positiva” la inclusión de los pueblos y nacionalidades en los medios de comunicación, cree contraproducente limitarse a los pueblos que la Supercom considera interculturales: indígenas, afrodescendientes y montuvios. “La interculturalidad es mucho más amplia que eso”, dice Hidalgo quien aboga porque los contenidos de género, de clases sociales y de cualquier otra manifestación social son parte de la cosmovisión a la que hacen referencia los organismos de control y sanción.

Pese a las dudas, desde la academia, la prensa y los mismos protagonistas de la interculturalidad, y a los pedidos continuos de entrevista a la Supercom y el Cordicom realizados, ambas instituciones han optado por esquivar el debate: la réplica impuesta y el silencio oficial.